La cultura, el clima, el nivel docente, investigador e innovador de la universidad, la consideración como mejor politécnica de España por el ranking mundial de referencia (Shanghái), los campus, la playa… Es el cóctel perfecto.

Así, al menos, lo consideran los cerca de 1.800 estudiantes de intercambio que el presente curso han elegido la Universitat Politècnica de València (UPV) para llevar a cabo al menos una parte de su formación académica.

Una representación de los mismos, junto a otras del resto de universidades de la ciudad, ha sido recibida en el emblemático Salón de Cristal del Ayuntamiento de València por Paula Llobet, concejala de Turismo del consistorio, quien ha destacado sentirse “emocionada” por dar la bienvenida a estudiantes de todo el mundo a nuestra ciudad, “donde la cultura, la innovación y la educación convergen”.

“Queremos que cada uno de vosotros se sienta parte de esta comunidad acogedora”, les ha dicho Llobell, que ha destacado que, “cada año, València atrae más estudiantes por la excelencia de las universidades, su oferta cultural y su calidad de vida”.

De Kosovo a Australia, pasando por Georgia, Mozambique o Guatemala

De los 1.793 estudiantes de intercambio recibidos por la UPV durante el presente curso, 1.135 llegan en el primer semestre (1.019 en el campus de Vera, 66 en Gandia y 50 en Alcoy), bien para una estancia de medio curso o bien para el curso completo; mientras que el resto, 658 (581 en Vera, 51 en Alcoy y 26 en Gandia) estarán en la UPV únicamente durante el segundo semestre.

De los primeros, 60 provienen de otras universidades españolas a través del programa SICUE, 94 de países no europeos (casi el 50% de Iberoamérica, pero también de Estados Unidos, Australia, África y Oriente Medio), y los 981 restantes, procedentes de países europeos, tanto pertenecientes a la Unión Europea como a estados no integrados en la misma como Suiza, Noruega, Islandia o Ucrania.

Alemania (223), Italia (174), Francia (115), Polonia (78) y Bélgica (49) son los 5 países extranjeros con mayor número de estudiantes de intercambio aterrizados a principio del presente curso en la UPV.

En cuanto a los llegados en el segundo semestre, 564 estudiantes provienen del programa Erasmus, 44 del KA171 -procedentes de Albania, Kosovo, Ucrania, Georgia, Israel, Guinea Ecuatorial, Kenia, Mozambique, Guatemala, Pakistán e India-, y 90 a través de otros convenios de intercambio con países no europeos.

Informando, cuidando y ayudando a los estudiantes de intercambio

A su llegada, los estudiantes de intercambio son recibidos en los campus por personal de la Oficina de Programas Internacional de Intercambio (OPII-UPV) y de sus oficinas internacionales de intercambio, localizadas en cada una de las escuelas y facultades de la UPV.

“Concretamente”, explica Nuria García Muñoz (OPII-UPV), “al inicio de cada semestre, la OPII organiza una jornada de bienvenida a la que asiste alumnado de prácticamente todas partes del mundo. En ella, los estudiantes reciben información sobre la vida dentro del campus y sus instalaciones, los servicios de la UPV y las oficinas de relaciones internacionales de cada escuela. Desde hace ya varias ediciones, en estas charlas colabora la Policía Municipal de València”.

“Por su parte”, añade, “las oficinas de relaciones internacionales de cada escuela y facultad organizan sus propias jornadas de bienvenida específicas para cada titulación, en las que, además de explicar la dinámica de su escuela o facultad, los alumnos y alumnas tienen la oportunidad de conocer y empezar a relacionarse tanto entre ellos como con otros estudiantes de la UPV”.

“Continuando con este acompañamiento”, concluye, “tanto la OPII como sus oficinas en cada escuela y facultad, ayudan y acompañan al alumnado internacional de la UPV, tanto a nivel académico y de movilidad, como cuando surgen tienen otro tipo de problemas de índole personal”.

Por todo ello, son muchos los estudiantes que deciden, una vez finalizado su período de intercambio, proseguir sus estudios en la UPV, iniciar nuevos proyectos a través de ella y/o, directamente, quedarse a vivir en una ciudad que, para muchas personas, ofrece todo lo que necesitan.

Carlos Ayats Pérez / Área de Comunicación UPV