El trastorno por déficit de atención e hiperactividad también puede afectar a la salud bucodental

Una investigación de la Universidad de Oviedo analiza las causas por las que los niños y niñas con TDAH presentan peores indicadores de salud bucodental, incluyendo más caries, más extracciones y más sangrado de encías | Los autores del trabajo comprueban, tras estudiar a 3.402 niños con y sin TDAH de toda España, que los niños que conviven con el trastorno tienen mayor riesgo con independencia de su clase social, del consumo de azúcares y de la rutina de higiene dental | Los efectos de los fármacos, composición de los dientes, la saliva y la presencia de microrganismos o las dificultades para un correcto cepillado pueden explicar este mayor nivel de afectación | El estudio, realizado por investigadores del Departamento de Medicina, acaba de ser publicado en la revista ‘Caries Research’, de máximo impacto en su área del conocimiento

Entre un 3 y un 7% de los niños y niñas de todo el mundo tienen diagnosticado un trastorno por déficit de atención e hiperactividad, también conocido por las siglas TDAH. Se estima, sin embargo, que el número total de afectados es mucho mayor porque el TDAH sigue siendo infradiagnosticado. Investigadores de la Universidad de Oviedo han analizado ahora un aspecto poco conocido de este trastorno que despeja dudas sobre por qué los niños con TDAH tienen peores indicadores de salud bucodental. La causa, según los investigadores de la institución académica asturiana, puede residir en que los niños con TDAH tengan un ambiente oral diferente ocasionado, por ejemplo, por los efectos de los fármacos, la composición de los dientes, la saliva o la presencia de microrganismos. Además, estos niños pueden tener más dificultades para lavarse bien los dientes por presentar problemas para procesar la información a través de los sentidos. Todos estos hallazgos han sido publicados en la revista Caries Research, de máximo impacto en su área del conocimiento.

Lucía Fernández Arce y Alberto Lana, profesores del Departamento de Medicina de la Universidad de Oviedo y firmantes del artículo, subrayan que algunas investigaciones realizadas en otros países ya habían probado que el que TDAH se relaciona también con una peor salud oral, es decir, de los dientes y las encías. Existen diferentes teorías para explicarlo. Por un lado, la hiperactividad o falta de atención puede dificultar la higiene, ya que a los niños con TDAH se les olvida con más frecuencia cepillarse los dientes o tienen una peor técnica. Además, suelen tener dificultades para seguir una dieta saludable, y consumen más cantidad de azúcar y menos calcio y vitaminas. También pueden tener más riesgo de accidentes que conlleven traumatismos dentales. Por otro lado, puede haber otros factores relacionados con el propio trastorno o con su tratamiento, como menor producción de saliva, efectos secundarios de algunos fármacos o distinta composición de los dientes y de los microorganismos de la boca, entre otros.

“Hasta el momento, la mayoría de los estudios se habían realizado con muestras de población muy pequeñas, de otros países y, además, casi nunca tenían en cuenta aspectos muy importantes, como el nivel socioeconómico, la dieta o la higiene oral”, comenta la investigadora. Para solventar estas deficiencias, un equipo de investigación de la Universidad de Oviedo realizó un estudio que incorporó a 3.402 niños entre 6 y 14 años de toda España. De estos, seleccionaron a quienes presentaban diagnóstico de TDAH o sintomatología compatible (461 niños y niñas), y compararon su salud bucodental con la de los niños y niñas sin TDAH (2.941). 

Doble de riesgo de caries y más sangrado de encías

“Comprobamos que los niños y niñas con TDAH tenían el doble de riesgo de presentar caries dental, y también más riesgo de sangrado de encías, empastes y extracciones”, subraya Fernández Arce. Además, a pesar de que los niños y niñas con TDAH tenían mayor consumo de dulces y refrescos y se cepillaban menos los dientes, “descubrimos que su mala salud oral era independiente de estos factores, lo que no quiere decir que los niños y niñas con TDAH puedan consumir azúcar libremente y lavarse los dientes con menos frecuencia, pero los motivos para su peor salud oral deben buscarse en otras causas”, añade. 

De hecho, el TDAH o su tratamiento quizá se relacione con diferente función, estructura y ambiente de la boca. Por ejemplo, “los niños que conviven con este trastorno tienen más probabilidad de mala alineación de los dientes, de rechinar los dientes o de tener poca saliva, lo que puede desencadenar problemas de salud bucodental. Investigar estas posibles causas ayudaría a buscar soluciones más allá de insistir en una correcta alimentación e higiene”, explica la investigadora.

Como recomendaciones generales, el equipo de investigación de la Universidad de Oviedo insiste en la importancia de que los programas de salud bucodental aborden específicamente los desafíos que enfrenta este colectivo y otras condiciones del neurodesarrollo, y que los profesionales de la odontopediatría proporcionen consultas adaptadas, por ejemplo, no excesivamente largas, con pocos estímulos sensoriales, incorporando técnicas de manejo conductual. Además, “nuestra investigación también invita a reflexionar sobre la necesidad de no culpabilizar a las familias, no solo porque la experiencia de criar a un niño con TDAH supone un enorme reto, sino porque puede que su peor salud bucodental se deba realmente a factores que escapan a su control”, concluye. 

Referencia
Fernández-Arce L, Martínez-Pérez JM, García-Villarino M, Fernández-Álvarez MDM, Martín-Payo R, Lana A. Symptoms of Attention Deficit Hyperactivity Disorder and Oral Health Problems among Children in Spain. Caries Res. 2025;59(1):35-45. doi:10.1159/000541013

Pie de foto: Lucía Fernández Arce, profesora del Departamento de Medicina de la Universidad de Oviedo.