El tráfico de camiones en el tramo tarraconense de la AP-7 crece cerca del 50% en tres años desde la gratuidad de la vía

El Informe de Coyuntura Económica correspondiente al primer trimestre de 2025, confeccionado por la Cátedra para el Fomento de la Innovación Empresarial de la URV, presentado este miércoles en colaboración con las cámaras de comercio de la demarcación, dedica el monográfico a un tema candente como es el aumento de la congestión y la siniestralidad a la autopista AP-7. El informe alerta que la situación “crítica” de la infraestructura exige una respuesta urgente; muestra, con datos en la mano, el aumento del tráfico desde que el enero de 2020 pasó a ser gratuita, con casi un 50% más de camiones en tres años, y propone varias medidas, a pesar de que se muestra escéptico ante la voluntad “insuficiente” mostrada hasta ahora por el estado para resolver una situación en peligro de convertirse en crónica.

Concretamente, el informe, que recuerda la importancia económica “indiscutible” de la AP-7, puesto que acumula la mayoría del comercio exterior de la periferia mediterránea y del valle del Ebro hacia Europa, detalla que el tráfico de la AP-7 a su paso por las comarcas del Ebro y del Camp de Tarragona aumentó un 37,06% desde el 2019 (antes de la gratuidad) hasta el 2022 (ya con la vía gratuita y superada la pandemia), una cifra muy superior al 20,31% registrado en el tramo barcelonés y al 23,58% del gerundense. Según los autores del informe, este aumento del tráfico pone en evidencia las limitaciones de la capacidad de la AP-7, sobre todo en los tramos con dos carriles por cada sentido, como es el caso entre el límite con el País Valenciano y Vila-seca.

En este incremento del tráfico hay que destacar la gran participación de los vehículos pesados, especialmente significativo a Tarragona. El tráfico de camiones en el sur de Cataluña creció un 49,74%, en Barcelona solo lo hizo un 10,75% y en Girona, un 25,60%. Hay que recordar, además, la obligatoriedad de los camiones de circular por la AP-7 y la prohibición de hacerlo por la A-7, una medida que no ha hecho sino agraviar la situación.

El informe también destaca un dato del Observatorio de costes, precios y actividad del Ministerio de Transportes, según el cual el volumen de toneladas-kilómetros del transporte por carretera creció un 12,9% el cuarto trimestre de 2024 en comparación con el mismo periodo de 2023, con el transporte internacional aumentando por encima de la media (18,5%) e incidiendo sobre todo en el tramo catalán de la AP-7, puesto que es la autopista que conecta las principales regiones exportadoras e importadoras con el resto de los países europeos.

Según los responsables del estudio, el incremento intenso del transporte de mercancías por camión solo se puede entender si se consideran ”las trabas de los diferentes gobiernos españoles para apostar decididamente por el corredor ferroviario mediterráneo”. En general, “el crecimiento del tráfico rodado evidencia las limitaciones del sistema de movilidad español para ofrecer alternativas basadas en el transporte por tren y barco más sostenible a largo plazo”.

En cuanto a la siniestralidad, el informe apunta los datos del Servicio Catalán de Tráfico, según los cuales se ha pasado de los 370 accidentes a la AP-7 el 2019, a los 451 del 2022 y a los 466 del 2024. Los datos ponen de relieve, según se recuerda en el informe, que esta autopista es, de largo, la más peligrosa del estado, sobre todo en su recorrido por Cataluña.

Más inversión y más voluntad

Así, el informe de la Cátedra para el Fomento de la Innovación Empresarial de la URV propone soluciones, que pasan por invertir en la ampliación de la capacidad de la vía construyendo más carriles en los tramos más congestionados. De todos modos, avisa que habría que mejorar la gestión del tráfico y que el estado mostrara una voluntad decidida. Recuerda, por ejemplo, que muchas de las inversiones necesarias ya están previstas en los planes del estado, pero que el ritmo de ejecución es “manifiestamente mejorable”.

En este sentido, el informe no es optimista a corto plazo, puesto que asegura que la solución definitiva a los problemas de congestión y siniestralidad que sufre la AP-7 en su paso por las comarcas del sur de Cataluña tardará años y requerirá una voluntad firme y decidida por parte de los responsables políticos. “En el mejor de los casos, los actores implicados solo podrán aligerar un poco las tensiones que, día tras día, sufrimos todos los usuarios de la autopista más importante del Estado español”, se afirma.

Las propuestas para descongestionar la AP-7 que apunta el informe son diversas: construir carriles adicionales en los tramos más congestionados, mejorar los accesos a la autopista, regular la velocidad en función de las condiciones viarias y meteorológicas, reducir la velocidad en los tramos más congestionados hasta los 60 km/h, aplicar un sistema de velocidad variable entre Maçanet de la Selva y el Vendrell, agilizar la gestión de los accidentes y la retirada de vehículos, ofrecer información en tiempo real a los conductores sobre el estado del tráfico, gestionar mejor el paso de los vehículos pesados, instalar más cámaras y radares de tramo para detectar infractores y, incluso, aplicar algoritmos y herramientas de inteligencia artificial para regular mejor el tráfico.

Los responsables de la Cátedra para el Fomento de la Innovación Empresarial i de la Cámara de Comercio.
La economía tarraconense, a buen ritmo

Más allá del monográfico sobre la autopista, el Informe de Coyuntura Económica asegura que la economía territorial del Camp de Tarragona y de las Tierras del Ebro cerró el 2024 a un buen ritmo, gracias al empujón de las actividades turísticas y la industria química. La recuperación de la inversión a raíz de las bajadas de los tipos de interés, la cooperación publico-privada de los programas Next Generation y la recuperación de la agricultura son los principales factores que explican el dinamismo de la economía del territorio.

Por otro lado, los principales factores que impulsarán el crecimiento económico a lo largo de 2025 serán el consumo privado, el gasto turístico de los extranjeros y la inversión productiva, gracias a la vitalidad del mercado laboral, la caída de los tipos de interés y la materialización del proyectos Next Generation.

El informe también destaca el cambio que se detecta en la estructura económica de la demarcación de Tarragona. El peso tradicional de la agricultura y la construcción está cediendo protagonismo en favor de sectores industriales generadores de más valor añadido y de servicios profesionales y técnicos que requieren una mano de obra más formada y especializada. “Si añadimos, además, el gran activo turístico del territorio y la calidad de vida, no podemos dejar de ser optimistas respecto a las perspectivas futuras de las diez comarcas tarraconenses”, concluye el informe.

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