El Tesoro Público ha ejecutado con éxito su primera emisión sindicada del año. Ha emitido 15.000 millones de euros de un bono a 10 años, que ha recibido una demanda de 139.000 millones, lo que supone un nuevo récord de demanda para una emisión del Tesoro.
La elevada demanda, más de nueve veces superior a la cantidad emitida, ha permitido al Tesoro reducir tres puntos básicos el coste de la operación sobre el diferencial anunciado inicialmente. De esta forma, el bono emitido hoy, con vencimiento en abril de 2035, tiene un cupón del 3,15% y la rentabilidad se ha situado en 3,18%, inferior al cupón del 3,45% de la última emisión a 10 años realizada en mayo de 2024.
El Tesoro ha comenzado el programa de financiación de 2025 con un sólido acceso a los mercados financieros, lo que, junto con la alta participación de inversores internacionales de elevada calidad evidencian la fortaleza de la deuda pública española, en un contexto de quantitative tightening del Banco Central Europeo, que está reduciendo gradualmente sus tenencias de deuda de los países de la zona euro. En este contexto resulta especialmente relevante la confianza de los inversores en la economía de nuestro país que, unido al compromiso del Gobierno con la consolidación fiscal y la gestión prudente llevada a cabo por el Tesoro durante los últimos años, están permitiendo mantener una sólida y diversificada base inversora y contenidos los costes de financiación.
Con esta transacción, el Tesoro ha completado el 15,5% de su programa de financiación en apenas un mes, con una emisión de 27.432 millones de euros hasta la fecha. La vida media de la deuda del Estado en circulación alcanza los 7,81 años y el coste medio de la cartera de valores del Tesoro se sitúa en 2,224%.
Destacan la calidad y diversidad en la asignación de esta nueva Obligación del Estado, con una demanda repartida entre 481 cuentas inversoras, muy diversificadas tanto desde el punto de vista geográfico como por tipología de inversor.
Los inversores no residentes han alcanzado una participación del 85,1% en la operación. Destacan el Reino Unido e Irlanda, con un 28,7%, Francia e Italia, con un 16,4%, Alemania, Austria y Suiza, con un 7,7% y los países escandinavos, con un 7,1%. El resto de los inversores europeos han representado el 16,1% de la asignación. Por su parte, Estados Unidos y Canadá han representado un 3%, Asia un 4% y Oriente Medio un 1,8%. El peso del resto de inversores ha sido del 0,3%.
Atendiendo al tipo de inversor, la mayor participación ha correspondido a las gestoras de fondos con un 35,6%, seguidas de los bancos centrales e instituciones oficiales, con un 20%, las tesorerías bancarias, con un 17,4%, y las aseguradoras y fondos de pensiones, con un 14,7%. El resto de las empresas de servicios bancarios han participado con un 4,8%, los fondos apalancados con un 4%, y otros inversores han representado un 3,5%.
BBVA, Banco Santander, Crédit Agricole, Deutsche Bank, JPMorgan y Morgan Stanley han actuado como directores de esta emisión. El resto del grupo de Creadores de Mercado de Bonos y Obligaciones del Estado han actuado como codirectores.