El Servicio General de Apoyo a la Investigación (SEGAI) de la Universidad de La Laguna proporciona soporte científico, instrumental y técnico a investigaciones dentro de la propia institución y en colaboración con entidades externas. Se trata de un servicio fundamental para el funcionamiento de otros laboratorios es el de Nitrógeno Líquido, activo básico dentro del ámbito de la investigación que requiere la utilización de líquidos criogénicos, especialmente para la conservación de muestras biológicas, tanto para la realización de ensayos como para el funcionamiento de un gran número de equipos de laboratorio que precisan de refrigeración a muy baja temperatura.

Aparte de las ya indicadas, el nitrógeno líquido —que se encuentra a una temperatura igual o inferior a -198,5 °C y es incoloro, inodoro y no combustible— también se utiliza en diversos ámbitos. En ganadería, por ejemplo, se emplea para la congelación de semen y óvulos. En el sector biotecnológico y médico, se utiliza para preservar muestras de sangre, tejidos y otros materiales biológicos, mientras que en dermatología se aplica para eliminar tejidos enfermos mediante crioterapia.

En el ámbito alimentario, se emplea como método rápido de congelación de alimentos, así como para presurizar latas y botellas de bebidas no carbonatadas, añadiendo unas gotas antes de sellar el recipiente. Por último, en el sector de la restauración, el nitrógeno líquido se utiliza para la cocción en frío, la eliminación de procesos bacterianos, la creación de nuevas texturas y sabores y la realización de presentaciones más innovadoras.

Este servicio, a diferencia de otros que pueden encontrarse en Tenerife, destaca por su cercanía, ya que se encuentra en el entorno del Campus de Anchieta, en el Instituto Universitario de Bio-Orgánica Antonio González, por lo que facilita mucho el transporte del nitrógeno líquido. Además, el trato es cercano y los precios que ofrecen son competitivos, en comparación con el mercado.

La gran mayoría de las personas usuarias son de la institución, aunque también se cuenta con algún externo. Su técnico, Fernando Otamendi Burgui, cuenta que los laboratorios del edificio del SEGAI suelen llevarse un depósito grande y lo comparten entre varios servicios. Asimismo, los investigadores de los institutos universitarios de Bio-Orgánica, Enfermedades Tropicales y Tecnologías Biomédicas, entre otros, acuden también a este servicio.

Equipamiento

La planta generadora de nitrógeno líquido, renovada hace aproximadamente dos años, funciona de manera similar a los pulmones humanos, señala Otamendi. Cuenta con un compresor bastante potente que comprime el aire para garantizar un buen flujo.

A continuación, el aire pasa por unas membranas que se encargan de separar el oxígeno del resto de los componentes. Como las moléculas de oxígeno son más pequeñas que las de nitrógeno, atraviesan estas membranas, lo que permite obtener un nitrógeno de alta pureza. Posteriormente, ese nitrógeno se enfría, se comprime nuevamente y, de este modo, se transforma en líquido.

“Disponemos de un tanque de 500 litros para su almacenamiento, y también contamos con varios depósitos tipo Dewar para el transporte interno dentro de la universidad”, explica Otamendi. Estos Dewar están aislados con una cámara de vacío que facilita el mantenimiento del nitrógeno en estado líquido.

La principal limitación en cuanto a su suministro está determinada por la capacidad física de la planta. En momentos de alta demanda es necesario organizar pedidos y establecer un orden de entrega para poder atender a todos los usuarios. No obstante, se procura mantener siempre una cantidad de reserva que permita cierto margen de maniobra ante solicitudes imprevistas. En general, las cantidades que se solicitan no suelen ser excesivas, con un volumen medio de 240 litros, y suele destinarse al edificio del SEGAI.