Toledo, 1 de junio de 2025.- El servicio de Alergología del Complejo Hospitalario Universitario de Toledo, dependiente del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (SESCAM), ha recibido el premio a la mejor comunicación en la Categoría Respiratoria por un trabajo sobre la influencia de los factores meteorológicos y contaminantes en la concentración de pólenes de Toledo, en la última reunión de la Sociedad Andaluza de Alergología e Inmunología Clínica celebrada recientemente en Ayamonte, Huelva.
El trabajo, titulado ‘Influencia de los factores meteorológicos y contaminantes químicos sobre las concentraciones de pólenes en Toledo desde 1994 hasta 2024’, ha sido elaborado por los alergólogos del Hospital Universitario de Toledo Angel Moral De Gregorio, Raúl Guzmán Rodriguez, Mercedes Ruiz Valero, Daniel Pujol González, Carlos Senent Sánchez, y por el doctor Francisco Feo Brito, de la Facultad de Medicina de Ciudad Real de la UCLM.
El doctor Ángel Moral, responsable de la Unidad de Aerobiología y autor principal, ha explicado que la comunicación premiada recoge los resultados de un trabajo llevado a cabo desde 1994 hasta 2024 en el que se ha evaluado la evolución de pólenes, su sensibilización y relación con las variables meteorológicas y contaminantes químicos durante estos 31 años en Toledo.
El estudio se ha realizado en pacientes con rinoconjuntivitis y/o asma estacional con residencia en Toledo durante los últimos cinco años y se observa un aumento de prevalencia de sensibilización en todos los pólenes, sobre todo cupresáceas y también han aumentado las concentraciones de todos los pólenes, salvo amarantáceas, asteráceas y encina.
La media de pólenes anuales fue 52.765, de los que 86 por ciento del total son alergénicos, como cupresáceas, olivo, gramíneas, urticáceas, plátano de sombra, amarantáceas, artemisia y encina, y la temperatura media aumentó 1,2 °C.
El doctor Moral ha resaltado que hay una tendencia ascendente en el número de pólenes recogidos en Toledo en los últimos 31 años, en probable relación con el cambio climático debido al aumento de la temperatura y la contaminación atmosférica ocasionada por la elevación del ozono, que, además, supone un aumento de la prevalencia de sensibilización a la mayoría de los pólenes alergénicos.
