La relación estratégica entre la administración de Javier Milei y el gobierno republicano de Donald Trump vuelve a reforzarse con un gesto político de alto impacto: el arribo a la Argentina del secretario de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos, Robert F. Kennedy Jr. La visita, que se desarrollará entre el lunes y el martes, promete anuncios trascendentes en la agenda de transformación sanitaria que impulsa el Gobierno nacional.
En un contexto de redefinición de alianzas internacionales, con eje en la cooperación bilateral y el rechazo al multilateralismo burocrático, Kennedy Jr.llegará al país con una agenda intensa. La cumbre más relevante se concretará el martes, cuando el funcionario estadounidense sea recibido en la Casa Rosadapor el presidente Javier Milei, acompañado por el ministro de Salud, Mario Lugones. La reunión consolidará una visión compartida: el impulso a la desregulación del sistema de salud y la crítica frontal a organismos como la Organización Mundial de la Salud (OMS), señalada por ambos gobiernos como una institución capturada por intereses corporativos y políticos.

“El viaje de Kennedy Jr. es una muestra contundente del respaldo de Estados Unidos a la nueva Argentina”, sostienen fuentes oficiales. No se trata de una visita protocolar: será la tercera envergadura de un alto funcionario estadounidense tras las recientes llegadas del secretario del Tesoro, Scott Bessent, y del jefe del Comando Sur, Alvin Holsey. La Casa Blanca, bajo el liderazgo de Trump, considera a la Argentina como su principal socio estratégico en América del Sur.
Durante su estadía, Kennedy mantendrá múltiples encuentros con funcionarios clave. El primero de ellos será con su par argentino, Mario Lugones, con quien ya mantuvo previamente una reunión virtual. Más tarde, se sumará el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, encargado de aplicar la «motosierra» en estructuras estatales obsoletas, también en el ámbito sanitario. Además, está previsto un encuentro con el canciller Gerardo Werthein, para afianzar la cooperación regional.
El plato fuerte del itinerario se dará en el intercambio bilateral con Lugones. Según se pudo saber, ambos conversarán sobre políticas alimentarias, estrategias de salud ciudadana —en línea con el lema “Make America Healthy Again”— y sobre la “utilización de evidencia científica en medicamentos”. El ministro argentino aprovechará la ocasión para anticipar anuncios clave en el marco de la reestructuración del sistema sanitario, algunos de los cuales podrían darse a conocer el mismo día de la reunión.
Uno de los puntos en evaluación más sensibles está vinculado al régimen de patentes de medicamentos vigente en Argentina. La propuesta, actualmente en estudio por Sturzenegger, apunta a revisar mecanismos regulatorios que hoy obstaculizan la competencia y encarecen tratamientos. Esta cuestión es seguida de cerca por la administración estadounidense, atenta a las posibilidades de inversión y cooperación técnica.

El viaje de Kennedy Jr. no es casual ni está desprovisto de contexto. Coincide con la realización de la Asamblea Mundial de la Salud en Ginebra (19 al 27 de mayo), a la que la Argentina ya ha manifestado su decisión de retirarse formalmente. La nota oficial fue enviada al secretario general de la ONU, António Guterres, y estipula que la desvinculación será efectiva a partir del 25 de febrero de 2026.
En paralelo, el secretario de Salud estadounidense ha sido tajante respecto de su visión crítica sobre la OMS. “La OMS no solo ha cedido ante la presión política de China, sino que también ha fracasado a la hora de mantener una organización transparente y con una gestión justa”, afirmó días atrás en un mensaje dirigido a ese foro. “Ha sido capturada por la medicina corporativa y por influencias políticas”, sentenció.
En su comparecencia ante el Senado estadounidense para presentar el presupuesto 2026, Kennedy defendió la agenda“Make America Healthy Again”, que apunta a combatir enfermedades crónicas mediante la promoción de estilos de vida saludables. En esa lógica se encuadra su visita a la Argentina: una nación que, bajo la conducción de Milei, ha decidido romper con los dogmas sanitarios del siglo XX y abrazar un modelo de salud basado en la libertad, la innovación y la eficiencia.