El SAS destina 250 millones a reducir emisiones de CO2 y fomentar energías renovables en sus edificios

El Servicio Andaluz de Salud (SAS) destina 128,8 millones de euros a actuaciones en 40 centros para el fomento de la eficiencia energética y la reducción de emisiones de CO2 en sus instalaciones, y otros 120 millones al fomento de las energías renovables para lo que ha recibido ya 318 proyectos tanto de centros de Atención Primaria como Hospitalarias.

Estos proyectos manan de dos de los objetivos específicos recogidos en el Plan Estratégico de Gestión Ambiental Integrada del Servicio Andaluz de Salud Horizonte 2030 (PEGAI) presentado por las consejera de Salud y Consumo, Rocío Hernández, y que cuenta con fondos europeos del FEDER: Programa Operativo 2021-27, así como 32 millones del Programa de Impulso a la Rehabilitación de los Edificios Públicos de las Comunidades y Ciudades Autónomas (PIREP).

Las medidas para la mejora de la eficiencia energética de los centros estiman un ahorro en el consumo anual de energía primaria no renovables superior a 85.000 MWh/año, lo que sitúa el ahorro energético en los centros en los que se actúa en alrededor del 40%, con una reducción anual de las emisiones de CO2 que alcanzaría las 15.000 Tn eq CO2/año, un 45% de reducción en términos porcentuales.

Asimismo, los estudios previos indican que la implantación de las instalaciones solares fotovoltaicas previstas puede aportar una producción anual de energía por encima de los 80.000 MWh/año, con una potencia instalada que rondaría los 50 MW, con lo que se consigue una reducción de emisiones de CO2 superior a 35.000 Tn eq CO2/año, «lo que supone un logro importante que contribuye a un futuro energético más limpio y sostenible», ha sostenido el subdirector de Servicios y Gestión de Centros de la Dirección General de Gestión Económica y Servicios del SAS, Antonio Olivares.

No en vano, el SAS supone aproximadamente el 40% del consumo eléctrico de la Junta de Andalucía, con más de 400 GWh, y el consumo de gas supera los 230 GWh. Si bien, el 100% de la electricidad en todos los centros del SAS cuenta con certificado de origen renovable.

Estos datos, así como la huella de carbono, que oscila entre las 11.924 Tn CO2 eq al año (gases de efecto invernadero) del Hospital Universitario Virgen de las Nieves puede alcanzar y las 3.988 en el Hospital Universitario Virgen Macarena, según las mediciones de 2023, y la generación de más de 3.300 toneladas al año de residuos peligrosos, en los que más de 2.000 son de residuos infecciosos, en cuya gestión se gasta 4,5 millones de euros al año y se paga en tasas para gestión de residuos municipales aproximadamente unos 1,6 millones al año, han motivado la elaboración de este Plan Estratégico que «nuevamente sitúa a Andalucía como líder en el camino hacia una sanidad más sostenible, por un futuro más saludable para todos los andaluces y las futuras generaciones», ha valorado Rocío Hernández.

Certificado de la gestión integral

La consejera ha destacado, además, que 22 centros del sistema sanitario público de Andalucía han renovado la certificación bajo la norma internacional ISO 50001 de su sistema integral de gestión energética hasta 2027. En concreto, el Hospital Alto Guadalquivir, el Hospital Costa del Sol, el Hospital Infanta Elena, el Hospital Torrecárdenas, el Clínico San Cecilio, el Hospital Universitario de Jaén, el de Poniente, el Juan Ramón Jiménez, el Puerta del Mar, el de Puerto Real, el Regional de Málaga, el Reina Sofía, el Virgen de las Nieves, el Área de Gestión Sanitaria de Osuna, el Área de Gestión Sanitara Este de Málaga Axarquía, el Área de Gestión Sanitaria Jerez, Costa Noroeste y Sierra de Cádiz; el Área de Gestión Sanitaria Nordeste de Jaén, el Área de Gestión Sanitaria Norte de Málaga, el Área de Gestión Sanitaria Serranía de Málaga, el Área de Gestión Sanitaria Sur de Sevilla, el Área Hospitalaria Virgen Macarena y el Área Sanitaria Norte de Córdoba han logrado nuevamente este certificado que «avala nuestro compromiso con el cuidado del medio ambiente y la gestión de la energía en la prestación de los servicios sanitarios, tanto en actividades asistenciales como no asistenciales».

La titular de Salud y Consumo, que ha recordado que el sistema sanitario público de Andalucía ha sido el primer sistema sanitario público en España en contar con un sistema integral de gestión ambiental para todos sus centros certificado según la norma internacional ISO 14001, ha incidido en que «la salud del planeta es la salud de todos. Nuestro entorno influye en nuestra salud y todas nuestras acciones tienen un impacto en nuestro entorno». Por este motivo, ha abundado, «nuestro objetivo es cuidar de la salud de los andaluces dejando solo la huella precisa en su cuerpo y en su memoria, pero sin huella de carbono, con una adecuada gestión de los residuos y de la energía, contribuyendo a frenar el cambio climático».

Así, ha detallado, este plan busca reducir el impacto de las operaciones del SAS sobre el medio ambiente promoviendo la descarbonización y fomentando el uso de energías renovables. Asimismo, persigue conseguir un servicio de salud más resiliente a los efectos del cambio climático, trabajando para la adaptación a los riesgos inherente al mismo.

«Con este Plan, tendemos también a un modelo energético cada vez más descarbonizado, comprometido con la contribución a la mitigación del cambio climático, incrementando el ahorro y potenciando el uso de energías renovables seguras, realizando una gestión integral y eficiente de sus residuos, utilizando el agua como un recurso limitado, aprovechando su potencial de compra para impulsar la sostenibilidad ambiental en la cadena de valor de los productos y servicios que consume, impulsando la movilidad sostenible, sensibilizando y formando a sus profesionales y siendo referente en innovación en materia ambiental», ha añadido Hernández.

Objetivos estratégicos y áreas de interés

Junto a la directora gerente del SAS, Valle García, y a Antonio Olivares, la consejera, que ha estado también acompañada por la viceconsejera de Salud y Consumo, María Luisa del Moral, ha detallado los diez objetivos estratégicos del plan, que pasan, además de por minimizar las emisiones de gases de efecto invernadero y fomentar la adopción de fuentes de energía renovable, por establecer una gestión de residuos eficiente y sostenible, abordando todos los tipos de residuos generados en las instalaciones del SAS; y promover la movilidad sostenible para reducir las emisiones de transporte y minimizar el impacto en la calidad del aire. El PEGAI persigue también mejorar la eficiencia energética de las instalaciones y operaciones del SAS; así como mejorar la eficiencia en el consumo de agua en los procesos e instalaciones sanitarias asistenciales y no asistenciales.

Entre los objetivos están, igualmente, promover la contratación de bienes y servicios sostenibles a lo largo de toda la cadena de valor; fomentar la innovación, la colaboración público-privada y la colaboración con universidades y otras entidades públicas en busca de soluciones sostenibles en el ámbito de la salud; promover la concienciación y la capacitación en sostenibilidad en toda la organización, sobre las áreas de interés a nivel ambiental identificadas; fomentar la transparencia y la participación en la implementación del PEGAI; y establecer un sistema de medición y seguimiento para evaluar el desempeño ambiental del SAS, para conocer la evolución de las variables ambientales que nos impactan y poder tomar decisiones informadas.

Con el horizonte puesto en el año 2030 y con la finalidad de ofrecer una visión más clara y concisa sobre las cuestiones planteadas en los ámbitos energéticos y medioambientales, este PEGAI-SAS H2030 pivota sobre ocho grandes áreas de interés: sensibilización y formación, compra pública estratégica, gestión de residuos y economía circular, uso sostenible de recursos, movilidad sostenible, impulso a una restauración ambientalmente sostenible, medición del desempeño ambiental, innovación y colaboración con la sociedad; y con unos objetivos claros de «avanzar en la autosuficiencia energética y optimizar la huella de carbono y la huella del agua, como he dicho, reduciendo el impacto ambiental de las actividades de los centros sanitarios», ha concluido la consejera.