Con el marco europeo como punto de partida, Guàrdia ha identificado las diez oportunidades que deben encararse «de forma decidida y sistémica» durante esta legislatura. Se trata de oportunidades que pasan, de entrada, por «un sistema de financiación diametralmente opuesto al actual». «No hablo de importes, aunque también —precisó el párroco—, sino que hablo de mecanismos. Los rectores pasamos el año arañando las partidas que negociamos con el Govern, y es imposible gestionar una estructura tan potente como la UB sin saber qué presupuesto tendremos el próximo año». La prioridad para el sistema universitario público catalán es, según Joan Guàrdia, la urgencia de conseguir un sistema de financiación realista y capacitador, que permita gestionar la estructura de conocimiento e investigación más potente que existe en el sur de Europa.

El rector de la UB ha pedido «sensibilidad, compromiso y confianza» a los parlamentarios para dotar de robustez a las universidades públicas. Uno de los puntos que ha destacado es el necesario refuerzo de la alianza entre los centros de investigación, las universidades y los hospitales universitarios, para conseguir que el «triángulo denso y extraordinariamente potente» que resulte sea simétrico. También pasa por la posibilidad de consolidar la gran capacidad de atracción de talento que tiene Cataluña, siempre que el legislativo sea consciente de que la estructura administrativa por ahora es lenta y pesada, y que es prioritario agilizar los trámites de acogida, infraestructuras o los espacios.

La decena de puntos que el rector de la UB ha expuesto en el Parlament focalizan la atención, fundamentalmente, en la excelencia de la investigación que se realiza en Cataluña y en las necesidades urgentes que se derivan, por lo que hace tanto a la regulación como a los recursos. «Las leyes catalana y española de la ciencia han abierto puertas que debemos saber aprovechar con inteligencia para seguir haciendo cierta la idea de que la búsqueda de excelencia nos define», ha advertido. Asimismo, ha instado a los partidos a poner manos a la obra para encarar la gran asignatura pendiente de la Ley de universidades catalana, como herramienta urgente «para poner en solfa las grandes oportunidades del sistema universitario catalán». Guàrdia ha pedido también a los parlamentarios que se planteen cómo darán cobertura a la universidad del futuro. Una universidad que, a la fuerza, deberá configurarse a nivel europeo, con ofertas formativas conjuntas, redes de profesorado y grados compartidos.