La concentración de contaminantes en los ríos de Cataluña es un problema que se agrava en episodios de sequía o cuando los niveles de agua disminuyen. A mayor presencia de elementos contaminantes (pesticidas, metales pesados, medicamentos, etc.) en las aguas superficiales y en las subterráneas, menor calidad biológica tienen los ríos. Ésta es una de las evidencias que un centenar de alumnos de primaria y secundaria de dos centros de Vic (Escuela Sentfores y Escuela Vic Centro) y dos de Manlleu (Instituto del Ter e Instituto Antoni Pous) han constatado al participar en alguna de las cuatro pruebas piloto que este curso se han hecho en el marco del proyecto de investigación “Aiguacció” liderado por la Universidad de Vic – Universidad Central de Cataluña (UVic-UCC).
El proyecto «Aiguacción», que finaliza este mes de junio, ha tenido dos grandes objetivos. Por un lado, concienciar a los niños y niñas sobre una problemática medioambiental de actualidad como es la contaminación de los ríos debido a una elevada concentración de contaminantes. Esta concentración se incrementa durante las épocas de sequía, cuando los caudales de los ríos son más bajos, y por un uso desmedido del agua. Por otra parte, “Aiguacció” también ha querido despertar la curiosidad científica haciendo que los niños hagan ciencia. «Hemos observado que los niños y las niñas en general tienen un gran desconocimiento, por ejemplo, del material científico y de laboratorio», explica Laura Martín, investigadora principal (IP) del proyecto «Aiguacció». Por este motivo, una de las finalidades de esta investigación «es que puedan comprender en qué consiste la actividad científica».
Los alumnos que han participado en las pruebas piloto del proyecto han medido tres parámetros del agua del río Ter en Manlleu: el caudal del río y el oxígeno que lleva, y la presencia de nitratos provenientes de los campos de cultivo y de amonio, procedente principalmente del alcantarillado. En el Museu del Ter, han analizado en el laboratorio la presencia de macroinvertebrados en el agua, bioindicadores del estado de salud del río, y han identificado y reflexionado sobre los sectores económicos que más cantidad de agua utilizan (agrícola, doméstico e industrial), que contribuyen a reducir los caudales de los ríos y su biodiversidad.
Uno de los aspectos que destacan los investigadores es que después de participar en la prueba piloto, los alumnos son más conscientes de la presencia de contaminantes invisibles de los ríos. «En los dibujos previos que los proponemos, la gran mayoría representan sólo contaminantes visibles: desperdicios de todo tipo y, sobre todo, plásticos. En cambio, una vez han participado en esta actividad, los alumnos incorporan al dibujo los contaminantes invisibles que antes no tenían en cuenta», explica Martín, miembro del Grupo de Investigación en Construcción del Conocimiento (GRECC).
Aprendizaje basado en el juego
Desde el punto de vista educativo, el proyecto “Aiguacció” ha querido testar una metodología innovadora como es el aprendizaje basado en el juego (ABJ). En este sentido, Martín comenta que con esta investigación se ha observado que «hay que encontrar un punto de equilibrio entre la parte lúdica y la parte educativa, es decir, entre lo que tiene una coherencia pedagógica y lo que lo hace atractivo desde la diversión». Las diferentes pruebas piloto han permitido ir puliendo la actividad y la conclusión es que «el juego es una buena estrategia de aprendizaje, pero no sirve cualquier juego, debe estar bien fundamentado».
En el escape room científico que se ha creado en el marco del proyecto “Aiguacció”, los alumnos deben ejecutar diferentes pruebas por equipos, relacionados con la calidad y la disponibilidad del agua en el río. Con una duración aproximada de 90 minutos, el juego comienza en el subterráneo del Museu del Ter, donde se les plantea un reto; continúa a orillas del río Ter, con la toma y análisis de muestras de agua; sigue en el laboratorio, con la identificación de macroinvertebrados, y finaliza con una demostración simbólica de la concentración de contaminantes.
A partir del próximo septiembre, este juego se incluirá en el programa educativo permanente del Museo del Ter, de modo que «uno de los valores del proyecto «Aiguacció» es que no se trata de un proyecto puntual de un curso escolar sino que tendrá continuidad, porque el escape room quedará como recurso educativo estable para alumnos de ciclo superior y de primer y segundo curso de ESO», remarca la investigador.
Todo el material educativo que se ha diseñado en el marco del proyecto “Aiguacció” (las cajas para tomar muestras del río, la actividad de laboratorio sobre macroinvertebrados, la simulación final para demostrar la concentración de los contaminantes…), junto con una guía didáctica que se ha preparado destinada a educadores, se presentará el próximo 18 de junio, a las 16 h. Se trata de un acto abierto a todo el público, pero especialmente dirigido a docentes, que servirá para cerrar el proyecto.
El proyecto “Aiguacción”, desarrollado por el Grupo de Investigación en Construcción del Conocimiento (GRECC), el Grupo de Ecología Acuática (GEA) y el Centro de Estudios de los Ríos Mediterráneos (CERM) de la UVic-UCC, ha contado con la colaboración de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnologia – Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades.