El presidente del Principado, Adrián Barbón, ha anunciado esta mañana el refuerzo del sistema de respuesta rápida ante emergencias para garantizar la autonomía energética en los servicios públicos esenciales y facilitar las comunicaciones. Tras el gran apagón de ayer, que dejó sin luz a todo el país poco después de las 12:30 horas, el jefe del Ejecutivo autonómico ha apostado por aprender de una situación “absolutamente inédita” y ha valorado la actitud cívica y solidaria de la ciudadanía, que ha ofrecido “una respuesta ejemplar”.
Así, el Gobierno de Asturias seguirá perfeccionando el Plan Territorial de Protección Civil del Principado (Platerpa), que todavía sigue activo en situación 2, lo que permite sumar a los medios propios de intervención los dependientes de otras administraciones, como la Unidad Militar de Emergencias (UME), que desde ayer por la tarde ha estado trabajando para llenar los depósitos de combustible que alimentan los generadores de los hospitales.
También está previsto fortalecer la autonomía energética en puntos críticos como hospitales, residencias de mayores y edificios de servicios como la sede del 112 en La Morgal. “Ahora ya tienen autonomía, pero la lección de ayer nos enseña que aún debemos reforzarla para que dure más tiempo”, ha explicado el presidente.
Otro de los sistemas que revisará el Gobierno del Principado es el de las comunicaciones, con el fin de poder transmitir información veraz a la población en situaciones como la de ayer con tecnologías más clásicas, como la radio y el teléfono, que resultaron especialmente eficaces ante la caída de la electricidad y las redes de datos.
Estos son algunos de los principales mensajes que el presidente ha trasladado en una comparecencia en la que ha estado acompañado por el consejero de Movilidad, Medio Ambiente y Gestión de Emergencias, Alejandro Calvo, y la consejera de Salud, Concepción Saavedra, para repasar la situación tras el gran apagón.
Adrián Barbón ha indicado que la respuesta asturiana ante la emergencia se ha caracterizado por la rapidez: “El consejero Alejandro Calvo constituyó el comité de crisis pasada las 13:30 horas y a las 13.53 ya se decretó paso a nivel 2 del Platerpa. Mientras otras comunidades no habían activado ni la fase 1, aquí ya habíamos activado la 2”.
Según ha destacado, la prioridad del dispositivo de emergencias fue asegurar los servicios públicos esenciales, un objetivo que se ha cumplido, dado que los hospitales prestaron asistencia con sus propias redes y generadores de energía y lo mismo ocurrió con las residencias de mayores. También el sistema educativo ha funcionado con normalidad y el alumnado ha vuelto a las clases esta mañana.
El Servicio de Emergencias del Principado (Sepa) atendió 2.657 llamadas y 738 incidentes desde las 12:30 horas de ayer hasta las nueve de la mañana de hoy. A las siete de esta mañana, ya se había restablecido en Asturias el 99% del suministro.
Balance de la consejería de Salud
La consejera de Salud destacó que, a los pocos minutos de producirse el apagón, el Servicio de Salud de Asturias se había puesto en contacto con todas las gerencias de las áreas sanitarias para valorar la situación y poner en marcha los planes de contingencia.
La prioridad fue garantizar la continuidad de la atención sanitaria que se estaba prestando en ese momento y preparar el sistema sanitario para una situación cuya duración y consecuencias eran inciertas, adelantándose a posibles eventualidades. Esto implicaba garantizar el funcionamiento de las UCIs, urgencias, quirófanos, pruebas radiológicas, laboratorio y todos los servicios básicos, así como la atención primaria.
Las gerencias de las áreas se ocuparon de asegurar la continuidad de las UCIs, finalizar toda la actividad iniciada en quirófanos, salas de técnicas y pruebas, toda la actividad que no se podía demorar, y el resto de la actividad programada que se podía realizar en condiciones de seguridad. Según explicó la consejera, esto se produjo «sin incidencias destacables porque en todo momento los profesionales permanecieron en sus puestos de trabajo garantizando la atención sanitaria y porque los generadores entraron inmediatamente en funcionamiento, garantizando el suministro de energía para mantener la actividad con planes de ahorro de energía en zonas comunes y sistemas de climatización».
La atención se continuó prestando en todos los hospitales y centros de salud, aunque en algunos casos, debido a la caída de la red de datos, se atendió a la población sin poder consultar la historia electrónica y, cuando fue necesaria la receta en papel, contando con la máxima colaboración de las oficinas de farmacia comunitarias.
«Para poder mantener esta situación en caso de que no se recuperara el suministro eléctrico, se aseguró el abastecimiento de gasóleo para que los centros hospitalarios pudieran seguir funcionando con suministro eléctrico autónomo. También nos pusimos en contacto con el resto de la red pública concertada y con la privada y los centros sociosanitarios para asegurar el abastecimiento de gasóleo directamente con sus proveedores habituales o a través de la Unidad Militar de Emergencias», aseguró Concepción García.
Durante ese tiempo también se planificó cómo se iba a realizar la atención en las urgencias de primaria y en los hospitales durante la noche. Toda la actividad de la mañana se llevó a cabo con bastante normalidad, y lo mismo ocurrió con la de la tarde. En el HUCA, por ejemplo, se mantuvo toda la cirugía programada y solo se suspendieron por la tarde las resonancias magnéticas, radioterapia y tomografía computarizada.
El balance que se puede hacer, según explicó Saavedra, es «de bastante normalidad después de que el sistema sanitario fuera sometido ayer de nuevo a una prueba de esfuerzo sin precedentes». Esta situación «nos ha obligado a tomar en consideración algunas cuestiones de cara a otros acontecimientos de este tipo que se puedan producir en el futuro, como la necesidad de disponer de algún generador eléctrico que se pueda trasladar a los centros en los que pudiera haber un fallo puntual de los equipos autónomos instalados». También, la necesidad de disponer de un sistema de comunicaciones más autónomo para poder mantener la comunicación en todo momento entre todas las áreas sanitarias y los puestos de mando.
«Creo que es preciso agradecer a todos los profesionales del servicio de salud, al igual que al personal sociosanitario, el esfuerzo que han realizado en una situación tan compleja y, por supuesto, al conjunto de la ciudadanía que ha tenido un comportamiento ejemplar en el uso de los recursos asistenciales y por la tranquilidad con la que han asumido las contrariedades que les han podido afectar», aseguró la consejera.
La actividad global suspendida en el conjunto de Asturias que se tratará de recuperar en las próximas semanas incluye 50 cirugías, 15 consultas, 107 sesiones de radioterapia y 406 pruebas diagnósticas. En el conjunto de las áreas se atendieron 1.242 urgencias. En el Servicio de Atención Médica Urgente se recibieron 936 incidentes, se activó el soporte vital avanzado en 21 ocasiones, se produjeron 5 traslados interhospitalarios, no se activó ningún código infarto y se activó un código ictus.