El Observatorio de la Exclusión Social de la UMU sitúa a Murcia como la región con mayor pobreza infantil de España

El Observatorio de la Exclusión Social de la Universidad de Murcia ha presentado este lunes en la Asamblea Regional un informe que sitúa a la Región de Murcia como líder de la pobreza infantil en España con una tasa del 40,7%, lo que se traduce en más de 122.000 niños y niñas viviendo en hogares pobres.

Manuel Hernández, director del Observatorio, ha destacado que la brecha con respecto a la media nacional, que se sitúa por debajo del 30%, es especialmente preocupante, y ha subrayado la responsabilidad de dicha Comisión para afrontar estos retos. «Murcia sigue teniendo algunos de los indicadores más alarmantes del país», ha advertido, haciendo hincapié en la exclusión residencial, la pobreza infantil y el abandono escolar temprano como los principales focos de vulnerabilidad.

Otro dato significativo es que tener hijos se ha convertido en un factor de riesgo económico. Las familias con dos adultos y dos menores presentan una tasa de exclusión social del 40,6%, mientras que incluso entre quienes tienen empleo, el 21% no logra superar el umbral de la pobreza.

En el ámbito educativo, el panorama no es más esperanzador. El abandono escolar temprano en Murcia se sitúa en un 19,2%, muy por encima de la media nacional (13,7%) y de la europea (9,5%). Comunidades como el País Vasco o Navarra apenas superan el 6%. Hernández relacionó esta situación con el bajo gasto educativo por estudiante no universitario, que en Murcia es de apenas 6.190 euros, frente a los más de 11.000 del País Vasco. “Somos de los que menos invertimos en educación, solo por encima de Madrid, y eso se refleja en los bajos resultados de los informes PISA”, denunció.

El director del Observatorio también señaló en su comparecencia en la Asamblea deficiencias en el modelo de protección social. Murcia destina 300 euros por habitante en este ámbito, muy por debajo de la media nacional de 360 euros. Además, criticó la incompatibilidad entre la Renta Básica Regional y el Ingreso Mínimo Vital, lo que deja a muchas familias fuera de las ayudas necesarias.

A pesar de este preocupante diagnóstico, Hernández valoró positivamente la elaboración de una nueva Estrategia contra la Pobreza y la Exclusión Social por parte de la Dirección General de Política Social. “Es un proyecto ambicioso, con propuestas valientes y muy necesarias. Solo falta que venga acompañado de recursos y compromiso real por parte de todos los grupos políticos”, concluyó.