El nexo entre ejercicio y mente: un estudio a gran escala arroja resultados sorprendentes

El impacto de la actividad física en la función cerebral ha sido objeto de estudio durante años. Una reciente investigación, publicada a principios del mes en la revista British Journal of Sports Medicine, confirmó que el ejercicio regular, incluso de baja intensidad, es esencial para optimizar la salud cognitiva y que, de hecho, cualquier forma de actividad física puede mejorar significativamente la función cerebral y la memoria en personas de todas las edades.

Científicos de la Universidad de Australia Meridional analizaron 133 revisiones sistemáticas que abarcaron a 258.279 participantes de diferentes ensayos y llegaron a las siguientes conclusiones:

  • el ejercicio de baja a moderada intensidad ofrece los mayores beneficios para la función cerebral y la memoria;
  • los niños y adolescentes que hacen ejercicio de forma regular muestran mejoras significativas en la memoria, mientras que las personas con trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) experimentan grandes avances en sus funciones ejecutivas, que abarcan procesos cognitivos básicos para controlar y autorregular la propia conducta;
  • yoga, taichí y videojuegos activos tipo Pokémon Go aportan los beneficios cognitivos más significativos.

El extenso análisis de datos —el más grande realizado hasta ahora— evidenció que hacer ejercicio con regularidad mejora las funciones cognitivas generales, la memoria y las funciones ejecutivas tanto en personas sanas como en aquellas que padecen enfermedades y trastornos clínicos.

«El ejercicio tiene un profundo efecto en la salud física, pero también sabemos que beneficia la función cerebral. Lo que confirma este estudio es que incluso el ejercicio de baja intensidad —como el yoga o caminar— puede mejorar la función cognitiva, lo que lo hace accesible a las personas de todas las edades y capacidades», explicó Ben Singh, autor principal del estudio.

«En particular, descubrimos que los beneficios se obtienen rápidamente, con claros avances en un lapso de uno a tres meses, lo que pone de manifiesto que incluso pequeñas dosis de actividad pueden marcar una gran diferencia», señaló, agregando que los ejercicios que conectan el cuerpo con la mente, como yoga o taichí, tienen el impacto más significativo en la memoria, según sus observaciones.

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