En las conclusiones del estudio destacan que la presión económica dificulta la experiencia universitaria del estudiantado; que la universidad no presencial se consolida y se convierte en un modelo con identidad propia; y que la brecha de género sigue presente en las aulas: sesgos en la elección de estudios, desigualdad en el uso del tiempo y expectativas diferenciadas.
La Xarxa Vives d’Universitats ha presentado los resultados del informe Via Universitària: Accés, condicions d’aprenentatge, expectatives i retorns dels estudis universitaris (2023-2025), un estudio de referencia en el ámbito de la educación superior. Con la participación de más de 45.000 estudiantes de 20 universidades y 1.700 titulaciones del País Valencià, Cataluña, las Islas Baleares y Andorra, el informe ofrece una radiografía detallada de la experiencia universitaria actual: desde las condiciones de vida y la organización de los estudios, hasta los hábitos culturales, el bienestar emocional y las expectativas profesionales. Esta es la cuarta edición y consolida a Vía Universitaria como una de las encuestas más amplias y rigurosas del sistema universitario europeo, y pone datos al servicio de la reflexión y la formulación de políticas públicas para una universidad más justa, inclusiva y conectada con la realidad del estudiantado. La dirección científica del estudio está formada por los catedráticos de Sociología de la Universidad de Valencia Antonio Ariño y Ramon Llopis; el catedrático de Teoría de la Educación de la Universidad de Barcelona Miquel Martínez, y por el profesor de Economía de esta misma universidad Ernest Pons.
Origen social, equidad y acceso desigual
El informe revela que el origen social sigue siendo un factor determinante para acceder y elegir estudios universitarios. La clase social alta representa el 63 % del estudiantado de grado y el 61 % del de máster, cifras que evidencian un sistema universitario aún lejos de la plena equidad. Además, el estudiantado de familias con menor nivel formativo se concentra especialmente en áreas como Ciencias Sociales, Humanidades y Salud, y sufren más a menudo trayectorias académicas complejas o interrumpidas por motivos económicos.
La presión económica, una constante para la experiencia universitaria
La financiación de los estudios universitarios recae mayoritariamente en las familias, que cubren cerca del 50 % de los gastos totales. Las becas sólo representan el 13,9 % de los ingresos, y gana peso el trabajo durante el curso (22,2 %). En cuanto al acceso a la vivienda, los resultados muestran cómo el acceso a la universidad no conlleva una emancipación de la casa parental. Así, 6 de cada 10 estudiantes viven en casa de los progenitores o familiares durante la etapa formativa universitaria. También se identifica un incremento del alquiler compartido respecto a ediciones anteriores (26,4 %). Estos datos ponen en cuestión la capacidad redistributiva del sistema universitario y refuerzan la dependencia del entorno socioeconómico, así como las tensiones presentes en el mercado inmobiliario.
Brecha de género y desigualdad en el uso del tiempo personal
Aunque las mujeres son mayoría en la muestra (63 % del alumnado), la elección de estudios continúa marcada por estereotipos de género. Las mujeres se concentran en ámbitos como la Salud y la Educación, mientras que los varones predominan en Ingenierías y áreas tecnológicas con mejores salidas laborales y puestos de poder. Además, el análisis en términos de brecha de tiempo dibuja una realidad donde las mujeres dedican más tiempo al estudio y a tareas domésticas, mientras que los varones disponen de más tiempo para aficiones y vida social. Esta desigualdad en la distribución del tiempo se acentuaría con la edad, ampliando la sobrecarga de responsabilidades para las mujeres.
La consolidación de la educación no presencial
El estudio también constata la consolidación de la universidad no presencial, con un 20 % del estudiantado encuestado que sigue los estudios íntegramente en línea. Este modelo, que tradicionalmente acogía a estudiantes de trayectorias no convencionales, registra ahora un aumento notable de jóvenes menores de 26 años. De esta forma, la enseñanza en línea se consolida como una alternativa real y en crecimiento, que incorpora dinámicas propias, y vinculada a perfiles con más responsabilidades laborales y familiares.
Vinculación y participación en la vida universitaria
Otro de los datos significativos del estudio es la baja participación en la vida universitaria: un 80 % del estudiantado asegura no haber participado nunca en ningún órgano ni entidad asociativa. Además, un considerable 22,9 % afirma sentirse ignorado por las instituciones. En cambio, la práctica deportiva de los estudiantes es alta (71 %), pero tiene lugar mayoritariamente fuera de los campus universitarios.
Bienestar emocional y salud mental: un problema estructural
El bienestar emocional es otro de los principales retos detectados en el informe Via Universitaria. Un 26 % de los estudiantes declara haber sufrido ansiedad y aumentan los casos con diagnóstico médico, unos datos que se incrementaron durante el episodio sociosanitario de la pandemia. El informe recomienda que las universidades incorporen la salud mental como prioridad, con más recursos y estrategias preventivas.
Dedicación al estudio y metodologías de innovación docente
El estudiantado muestra preferencia por metodologías activas y participativas, como el trabajo individual y la evaluación continua. Sin embargo, se detecta una reducción del tiempo dedicado al estudio autónomo, lo que plantea nuevos retos para la calidad del aprendizaje. La asistencia a clase, sin embargo, sigue siendo alta (88,5 %), desmiente el rumor social de que se ha incrementado el absentismo en las aulas.
Movilidad internacional y másteres: una mirada global
La movilidad internacional se recupera y supera los niveles prepandémicos: más del 10 % del estudiantado ha cursado estancias de formación o investigación en el extranjero. En paralelo, los estudios de máster ganan peso como vía para la inserción laboral, con una creciente presencia de estudiantado internacional (26,3 %). En este sentido, se ha generalizado la sensación de que una adecuada inserción laboral requiere de una titulación de posgrado.
Via Universitaria: el estudio sobre los estudiantes más importante de la región Pirineos-Mediterráneo
La finalidad del programa Via Universitaria es conocer el perfil del estudiantado universitario, sus condiciones de estudio, la satisfacción con la docencia y la vinculación con la universidad. El estudio de la Xarxa Vives d’Universitats recoge datos sobre las trayectorias del estudiantado desde una triple perspectiva: la equidad en el acceso y vida en los estudios superiores; la transformación de la realidad de los estudiantes como resultado de un entorno social cada vez más diverso; y la calidad de las metodologías de enseñanza y aprendizaje. Así, Via Universitaria se alinea con los resultados del informe internacional Eurostudent, que recoge la misma información en el ámbito europeo.
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