“Acompañar no es solo estar presente, sino ser un apoyo real y significativo”, afirmó María Lacalle Noriega, vicerrectora de Profesorado y Modelo Formativo de la UFV, en el marco del II Congreso Internacional sobre Acompañamiento en el Ámbito Sanitario, celebrado en la Universidad Francisco de Vitoria (UFV). Durante dos jornadas, expertos nacionales e internacionales analizarán cómo las relaciones interpersonales pueden transformar la práctica asistencial, la docencia y la gestión en el ámbito de la salud.
La vicerrectora de Profesorado y Modelo Formativo de la UFV, María Lacalle Noriega, destacó la importancia del acompañamiento en la atención sanitaria y su papel esencial en la formación de futuros profesionales de la salud. “El acompañamiento es un tema de profunda relevancia para nuestra universidad porque brota de nuestra comprensión de la persona. No somos islas, somos seres en relación y nos necesitamos mutuamente para crecer y desarrollarnos”, señaló.
Lacalle subrayó que el acompañamiento “trasciende lo meramente técnico y el conocimiento científico”, ya que en el corazón de la atención clínica, la docencia y la investigación siempre se encuentra la relación humana. “Acompañar no es solo estar presente, sino ser un apoyo real y significativo para quienes atraviesan procesos de enfermedad, para los profesionales que enfrentan desafíos diarios y para los equipos que trabajan en entornos de alta exigencia”, afirmó.
El acompañamiento en oncología
El doctor Luis Paz-Ares, jefe del Servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario 12 de Octubre, abordó la importancia del acompañamiento en la medicina. “Cuando recibí la invitación para participar en este Congreso, me pregunté qué podía aportar, porque yo soy médico, no un experto en acompañamiento”, comenzó diciendo. Sin embargo, destacó que la relación humana en la medicina va más allá de los tratamientos y diagnósticos: “La relación con el paciente no solo se trata de diagnosticar o tratar, sino de acompañarle en el proceso de la enfermedad. Esto también aplica a nuestros compañeros de equipo y a los alumnos a los que formamos”.
Paz-Ares enfatizó la importancia de la investigación en la mejora de la atención oncológica: “No hay hospitales en la vanguardia de la investigación que no ofrezcan una atención excelente”. También subrayó la necesidad de una visión integral del paciente: “Un oncólogo debe ser, ante todo, un buen médico. No podemos tratar un cáncer sin entender al paciente en su totalidad: su historia clínica, su situación emocional y su entorno”.
El acompañamiento en la investigación sanitaria
El doctor Cruz Santos, director de la Escuela Internacional de Doctorado de la UFV y vicedecano de Investigación de la Facultad de Ciencias Experimentales, moderó una mesa redonda en la que participaron la doctora María Luisa Alcaide, vicerrectora de investigación clínica de la Miller School of Medicine de la Universidad de Miami; el doctor Jesús Porta, presidente de la Sociedad Española de Neurología y jefe del Servicio de Neurología en la Fundación Jiménez Díaz; y el doctor Ángel Ayuso, director gerente de la Fundación Vitage y director científico corporativo de Vithas Hospitales.
Los expertos reflexionaron sobre la importancia del acompañamiento en la investigación sanitaria, destacando la necesidad de mantener un enfoque ético y humano en los estudios clínicos. Se abordaron aspectos clave como la evolución de la regulación en ensayos clínicos, la relevancia de la participación del paciente y la necesidad de garantizar un acceso equitativo a la innovación médica.
El papel del voluntariado en el acompañamiento hospitalario
Otra mesa del Congreso exploró el impacto del voluntariado en el acompañamiento de pacientes hospitalizados. Se destacó la importancia de atender no solo las necesidades médicas, sino también el bienestar emocional de los pacientes. Se presentaron estudios recientes, como el realizado por la Sociedad Española de Cuidados Paliativos (Secpal), que analizó el trabajo de 440 voluntarios en el acompañamiento de pacientes en fase final de vida, evidenciando un alto sentido de satisfacción y bienestar en la labor voluntaria.
Se subrayó la relevancia de la figura del coordinador de voluntariado en los hospitales, un profesional con formación humanista que sirve de enlace entre voluntarios, pacientes y personal sanitario. “El voluntariado es una pieza clave en la humanización de los hospitales, pero para que su labor sea efectiva es fundamental contar con una estructura de apoyo y formación continua”, se destacó durante la mesa.
Reflexión sobre el sentido de la pérdida
El Congreso también incluyó un taller vivencial sobre el acompañamiento en situaciones de vulnerabilidad, dirigido por la Dra. Menchu de la Calle. A través de dinámicas participativas, los asistentes reflexionaron sobre la experiencia de la pérdida y el desprendimiento. “Cuando hablamos de sufrimiento y vulnerabilidad, pisamos terreno sagrado. No podemos entrar como elefantes en una cacharrería”, afirmó Nazaret Martín, una de las facilitadoras del taller, subrayando la importancia de la sensibilidad en estos procesos.
Mediante el uso de post-its de diferentes colores, los participantes identificaron aspectos esenciales de su vida y experimentaron, simbólicamente, la pérdida de algunos de ellos. La dinámica permitió generar una introspección profunda sobre la importancia de la resiliencia y el sentido del acompañamiento en los momentos difíciles.
El papel del sanador herido en el acompañamiento
En la última mesa redonda del Congreso, se abordó el concepto del “sanador herido” y su papel en el acompañamiento de pacientes y profesionales de la salud. Se destacó que para acompañar de manera efectiva es fundamental haber reflexionado sobre la propia vulnerabilidad y cómo esta puede ser una herramienta de empatía y comprensión.
José Carlos Bermejo, director del Centro de Humanización de la Salud San Camilo, profundizó en la metáfora del sanador herido, recordando el mito de Quirón y su significado en la práctica sanitaria: “Para acompañar al prójimo hay que hacer algún tipo de trabajo sobre sí mismo, en particular con la cara oscura de nuestra propia vida o con el eco que hace el encontrarnos con la vulnerabilidad del otro”.
También se subrayó la importancia de la formación en el acompañamiento. Se citó a José Manuel Domínguez Prieto, quien afirmó: “Acompañar se construye como un arte y como una sabiduría. Por ser arte, requiere pericia y formación; y por ser sabiduría, exige una actividad personalizante y una respuesta a la llamada del otro”.
Durante la mesa redonda, los expertos coincidieron en que el acompañamiento no solo es una técnica, sino una forma de estar en el mundo, donde la mirada, la escucha, el perdón y la esperanza son esenciales para proporcionar bienestar a los pacientes y sus familias.
Clausura y reflexiones finales
La última mesa del Congreso fue dirigida por Maleny Medina, directora del Instituto de Acompañamiento, y contó con la participación de los decanos Fernando Caballero (Facultad de Medicina), Maite Iglesias (Facultad de Ciencias Experimentales) y Nuria Mendoza (Facultad de Ciencias de la Salud). En el cierre del evento, se agradeció la colaboración de todos los participantes y se destacó el compromiso de la universidad con la cultura del acompañamiento.
Caballero subrayó: “Los médicos a veces curamos, con frecuencia aliviamos, pero lo que siempre hacemos es acompañar”. Mendoza añadió: “El acompañamiento va en el ADN de nuestros profesores y alumnos, pero también necesitamos acompañar a nuestros docentes en su día a día”. Iglesias, por su parte, enfatizó la importancia de la investigación en salud no solo para generar conocimiento, sino para fortalecer valores humanos fundamentales.
El Congreso concluyó con la invitación a continuar trabajando en la humanización de la atención sanitaria desde la formación universitaria y la práctica profesional. Como anunció Medina, el próximo congreso se centrará en la importancia del acompañamiento en el ámbito empresarial.