El HUCA y el área sanitaria de Cangas del Narcea forman a familias de menores con diabetes en el manejo de bombas de insulina

El Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) y el área sanitaria II, con cabecera en Cangas del Narcea, imparten formación a familias de pacientes en edad pediátrica para el manejo de las bombas de insulina. Seis profesionales del suroccidente han culminado estos días, junto con las familias de cuatro pacientes, un ciclo formativo en el HUCA que se ha prolongado durante cinco semanas.

En las sesiones participaron, por parte del centro de salud de Cangas del Narcea, Lorena Busto, coordinadora de Atención Educativa; Sofía Cabrerizo, enfermera pediátrica, Alejandro Pérez, pediatra, y María José Raneros, enfermera responsable del centro. Desde el Hospital Carmen y Severo Ochoa se desplazaron a los talleres Regina Labra, pediatra responsable de Endocrino, y Yolanda Frade, supervisora pediátrica.

Las sesiones, programadas por la Unidad de Diabetes Pediátrica del Área de Gestión Clínica de la Infancia y la Adolescencia del HUCA e impartidas por las enfermeras Rebeca García y Mónica Cortés, persiguen facilitar el uso de estos dispositivos, que mejoran notablemente la calidad de vida de menores con esta patología.

Esta actividad forma parte del programa para pacientes en edad pediátrica de esta unidad, que incluye el uso de bombas de infusión subcutánea continua de insulina y sistemas de monitorización de glucosa. Estos dispositivos ayudan a reducir tanto las hiperglucemias como las hipoglucemias graves y los consiguientes daños que se pueden producir por una diabetes mal controlada.

La doctora Isolina Riaño, responsable de la unidad, dirige un equipo integrado por pediatras-endocrinos y enfermería especializada, que cuenta con el apoyo de especialistas en nutrición y psicología. Entre sus fines está garantizar un tratamiento óptimo para el control y tratamiento de la diabetes mellitus.

La terapia con sistemas de infusión subcutánea continua de insulina o bombas de insulina es la modalidad de tratamiento intensivo más avanzada y combina de forma automática una liberación basal de insulina a lo largo de las 24 horas del día con la posibilidad de aportar bolos adicionales antes de las comidas y en respuesta a valores elevados de glucemia.

Este tipo de tratamiento reduce la interferencia en la vida diaria y ofrece mayor flexibilidad en los horarios de las comidas, además de facilitar la participación de los menores en las actividades propias de su edad. Para conseguir mejores resultados, se precisa la colaboración de pacientes y familiares, así como contar con un equipo multidisciplinar con experiencia dentro de un programa educativo estructurado.

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