La entrañable festividad de La Virgen de las Candelas ha brillado especialmente en el acto institucional “más emotivo”. Con un Auditorio lleno de público, las Fiestas Patronales han vivido uno de sus momentos de mayor relevancia con la entrega de honores y distinciones otorgados por el Ayuntamiento este 2025. Porque, como ha subrayado el acalde, Santiago Villena, “todos y cada uno de los hoy distinguidos encarnan los valores que nos fortalecen y nos hacen crecer como municipio, el espíritu de servicio y de superación necesarios para avanzar hacia nuevas metas, el empuje que no se amilana ante la dificultad y la vocación de saber darse a los demás”.
Alabando su ejemplo, como “el espejo donde mirarnos para sentirnos orgullosos como pueblo”, el regidor les reconoció como “el referente que necesitamos, un estímulo para los más jóvenes, la ilusión, la esperanza”. Y con especial emoción, les agradeció el contribuir a honrar a Valdemorillo, porque “forjáis parte de nuestra identidad como población, fortalecéis sus raíces y nos hacéis evolucionar como municipio”.
Antes de entregar las medallas y diplomas a los homenajeados, se tributó el reconocimiento a los funcionarios y personal laboral que durante años prestaron servicio en este Ayuntamiento y que, alcanzada su jubilación, encaran una nueva etapa en sus vidas: Margarita Gómez, José Hipólito, Gudelia Higueras, Francisco Paulino Huecas y Javier Latorre.
Al aplauso a todos ellos le siguió el resto de las ovaciones, comenzando por la que arropó a la familia Muela Aranguez al recoger su Medalla de Honor al Mérito Civil Social por ser una de las más numerosas del municipio. “Una escuela de valores transmitiendo principios, impulsando habilidades” y desarrollando la capacidad de cada uno de sus 8 hijos. “Mañana serán unos buenos ciudadanos”, auguró el primer edil mostrando la admiración que despierta esta familia, “como institución básica fundamental”.
“La capacidad de ver el futuro hasta hacerlo presente” también se vio premiada con la Medalla de Honor al Mérito Civil Empresarial, concedida a Pablo Serrano, fundador de EIIT Soluciones de Ingeniería innovadora. Una empresa líder, a la vanguardia, que ha hecho “que nuestro pueblo cobre nombre propio en un sector de actividad tan importante”, sirviendo de “contrapunto a nuestra imagen más tradicional”.
Daniel Alonso Vives vio igualmente reconocidos los principios y valores irrenunciables” que le llevan a consagrar todos sus esfuerzos a mejorar la vida de los demás, no encontrando limitación alguna en la silla de ruedas que más parece empujarle a obrar con mayor determinación. La extraordinaria labor solidaria que realiza en las situaciones más extremas, como el temporal ‘Filomena’, la guerra en Ucrania o la reciente tragedia de Valencia le han hecho merecedor de la Medalla de Honor al Mérito Civil.
El Grupo de Bolillos de Valdemorillo, y con el cuatro de sus integrantes, Sagrario, Manoli, Ángela y Josefa, recogió la Medalla de Honor al Mérito Artístico por su “inquebrantable disposición”, en la que está “el futuro de un oficio artesanal, de un verdadero arte”. Formando con sus clases a nuevas generaciones, ejercitan desde su veteranía creatividad y mente, creando originales y bellos encajes.
En cuanto a la Medalla de Honor al Mérito Civil Hostelero, recayó en Francisco Bravo Martín, para reconocerle “su gran contribución para hacer de Valdemorillo un espacio de referencia, concretamente en el ámbito gastronómico”. Un logro que consiguió al frente del recordado restaurante ‘Los Bravos’, donde acudieron algunos de los rostros más conocidos del panorama nacional, y regentando después ‘La Fábrica de Los Bravos’.
Y culminando los honores concedidos este año, el del Título de Hijo Predilecto, que desde ya ostenta Antonio Salvador Orodea, ASO, nombre ligado a parte de la identidad local por dar continuidad al prestigio de la cerámica de Valdemorillo. Impulsó la tradición familiar, convirtiéndose en referente dentro y fuera de España con el sello de modernidad de sus diseños. Con esfuerzo y determinación creó su propia fábrica, creando empleo y produciendo originales colecciones. Su avanzada edad no le permitió asistir este domingo, recogiendo su hijo la distinción, pero sí envío un emotivo vídeo para compartir el galardón “con todas las personas de este pueblo que han estado trabajando y colaborando conmigo”, mostrándose resuelto a no olvidar “los días y años que he trabajado en este pueblo de ceramistas conocido en todo el mundo”, algo a lo que su firma, ASO, también contribuyó.