El vicepresidente y conseller de Economía, Hacienda e innovación, Antoni Costa; el director general de Estrategia Digital y Desarrollo Tecnológico, Xisco Cànovas; y la directora general de Proyectos Estratégicos, Simplificación Administrativa y Fondos Europeos, Bàrbara Barceló, han presentado este jueves la Guía de Simplificación de Procedimientos de la Administración de la Comunidad Autónoma de las Illes Balears.
Este documento nace a partir del Decreto Ley de simplificación y racionalización administrativas de las administraciones públicas de las Illes Balears, y proporciona varias directrices y metodologías para reducir y optimizar los trámites administrativos. Los principales objetivos son la mejora de la eficiencia, la reducción de cargas administrativas y la agilización de los procedimientos.
“Presentamos un código de buenas prácticas para la Administración autonómica, pero estaremos en contacto permanente con las otras administraciones (insulares y locales) para que también lleven a cabo la simplificación administrativa. Es una demanda social y un auténtico objetivo de legislatura”, ha afirmado el vicepresidente del Ejecutivo.
La guía alcanza tres ámbitos clave de la administración: la simplificación normativa –lo que serían las leyes propiamente dichas-, la simplificación procedimental –por ejemplo, en cuanto a las subvenciones-, y la simplificación documental –la necesidad, o no, de presentar ciertos tipos de documentos.
En el primer caso, se dan herramientas para reducir el número de leyes y reglamentos, simplificar los contenidos normativos o mejorar su calidad, con preguntas clave como la necesidad de la regulación en concreto, o estableciendo reglas como la one in one out. “Básicamente, esa regla marca que, cuando se crea una norma de un ámbito en concreto, hay que eliminar otra, para no crear una excesiva carga legislativa y burocrática”, ha expresado Cànovas.
Sobre la simplificación procedimental, se señala la necesidad de suprimir los procedimientos o los trámites de dentro del procedimiento que ya no tienen razón de existir porque han perdido la finalidad que tenían, o a unificar procedimientos conexos para evitar duplicidades. Aquí, hay que identificar todos los procedimientos para detectar carencias o ineficiencias, reestructurarlos, implantar cambios y mejoras, y llevar a cabo ese proceso continuamente.
Finalmente, la simplificación documental consiste en reducir y racionalizar los documentos necesarios en los procedimientos administrativos, para menguar la carga burocrática. Aquí, entran en juego elementos que pueden convertirse en claves como las declaraciones responsables como una aportación diferida de la documentación.
Tecnologías para simplificar y agilizar
El director general de Estrategia Digital y Desarrollo Tecnológico ha detallado también varios tipos de tecnología que ayudan a la simplificación de los tres ámbitos mencionados. Entre ellos, ha destacado la automatización inteligente, que el Govern ya está implantando a través de robots que liberan a los funcionarios de hacer tareas repetitivas, en la tramitación de la Renta Social Garantizada (Resoga) y de las subvenciones en materia de Energía. Además, existen las actuaciones administrativas automatizadas, es decir, los trámites que se pueden hacer sin que intervenga ningún medio humano o funcionarial.