El Gobierno de Navarra destinó cuatro millones de euros en 2024 para el pago del bono social térmico. Concretamente, el Departamento de Derechos Sociales, Economía Social y Empleo dio cobertura a 15.447 familias en situación de vulnerabilidad a través de esta subvención. Así lo ha dado a conocer hoy en la sesión semanal de Gobierno la consejera de Derechos Sociales, Economía Social y Empleo, Carmen Maeztu, quien ha recordado que del 17 al 23 de febrero se está celebrando la Semana Europea de la Pobreza Energética.
El bono social térmico es una ayuda dirigida a consumidores y consumidoras vulnerables destinada a compensar los gastos de energía para los usos térmicos, como calefacción, agua caliente o cocina. Se entiende como consumidores vulnerables a las personas beneficiarias del bono social eléctrico, que es un descuento en la factura eléctrica que realizan las compañías comercializadoras a las personas consumidoras vulnerables, vulnerables severas o en riesgo de exclusión social.
El pago del bono social térmico consiste en un único pago anual, generalmente en el mes de mayo. Si bien se trata de una ayuda financiada por los presupuestos generales del Estado, su gestión corresponde al Gobierno de Navarra. Este año 2025 el presupuesto recoge una partida de 5,2 millones destinado al bono social térmico.
Además del bono social térmico, el Gobierno de Navarra cuenta con otras ayudas para combatir la llamada pobreza energética. Por un lado, las ayudas extraordinarias de inclusión social, que pueden ser solicitadas por personas cuyos recursos sean insuficientes para hacer frente a gastos extraordinarios o situaciones de emergencia y que, de no cubrirse, generarían riesgo de marginación social. Entre otras, pueden servir para hacer frente al pago de deudas generales, entre las que se encuentran las deudas por facturas eléctricas o de gas, así como la adquisición de estufas, calentadores y otros electrodomésticos. El año pasado se destinaron 900.000 euros a estas ayudas, que beneficiaron a 2.500 personas. El presupuesto de 2025 sigue recogiendo una partida para dar cobertura a esta convocatoria de ayudas.
Por otra parte, las ayudas para procesos de inclusión y/o emergencia social, de competencia municipal, que los servicios sociales de base disponen para hacer frente a contingencias, entre las que se encuentran el pago de facturas de suministros energéticos sin necesidad de que se generen deudas. Los datos de 2024 remitidos desde los ayuntamientos estarán disponibles a partir del mes de marzo
La consejera Maeztu ha destacado en rueda de prensa que estas ayudas son “muestra del compromiso Gobierno con las familias y las personas más vulnerables y ha recordado que es importante acompañar a estas personas con herramientas que sirven para aliviar la carga económica de los hogares más vulnerables y que ayudan a garantizar el acceso a un recurso esencial como el gas, especialmente durante los meses más fríos del año”.
La consejera ha recordado que el “Departamento de Derechos Sociales cuenta en 2025 con un presupuesto que crece para dar cobertura a las distintas medidas que configuran el escudo de protección y atención a las personas». «En 2025 destinamos más de 233 millones a reforzar el escudo social con distintas políticas de inclusión que además del sistema de garantía de ingresos se destinan distintos servicios de atención: atención primaria, empleo social protegido, incorporación social a vivienda, ayudas para alimentos, subvención a colectivos y organizaciones que trabajan en inclusión, sinhogarismo, lucha contra la pobreza, etc”, ha indicado.
Bono social térmico
La cuantía de la ayuda se calcula en función de la zona climática donde se ubica la vivienda de la persona beneficiaria y su grado de vulnerabilidad. Las zonas climáticas son una clasificación establecida por el Código Técnico de la Edificación (CTE) del territorio español en áreas con climas similares con el objeto de adaptar los requisitos de eficiencia energética de los edificios a las condiciones climáticas específicas de cada zona. La clasificación va desde la zona Alfa, con climas suaves, hasta la zona E, con climas extremadamente fríos. En el caso de Navarra, hay tres zonas climáticas: C, en Urdax, Lesaka y Unzué; D, en la mayor parte del territorio; y E, en la zona pirenaica, prepirenaica y algunos municipios de la zona centro y oeste.
Así, los importes del bono social térmico se establecen teniendo como referencia esta clasificación, además del grado de vulnerabilidad de la persona beneficiaria. En 2024, las cuantías fueron las siguientes: en la zona climática C, 135,65 euros para personas vulnerables y 217,04 euros para personas vulnerables severas; en la zona D, 214,57 euros para personas vulnerables y 343,31 euros para grado severo de vulnerabilidad; y en la zona E, 258,68 euros para vulnerables y 413,88 para vulnerables severas.
Para optar a esta subvención, las personas no deben tramitar ninguna solicitud. Son las comercializadoras quienes informan al Departamento de Derechos Sociales, Economía Social y Empleo de las y los consumidores vulnerables perceptores del bono social eléctrico que pueden optar también al bono social térmico, y es el propio departamento el que se pone en contacto con las personas beneficiarias para gestionar el abono.