El consejero de Política Local, Infraestructuras y Lucha contra la Despoblación, Daniel Osés, ha visitado la localidad de Nájera tras la finalización de las obras de reurbanización de la calle San Fernando en las que el Gobierno de La Rioja ha invertido un total de 298.015,58 euros. Esta cuantía supone el 80% del presupuesto de ejecución de la obra, que ha ascendido a 373.725,34 euros.
Acompañado del director general de Política Local y Lucha contra la Despoblación, Óscar León, y el alcalde de Nájera, Jorge Salaverri, el consejero ha destacado el excelente resultado de esta intervención urbanística que ha cumplido con la normativa vigente en materia de accesibilidad y eficiencia energética.
“Esta actuación ha permitido conectar el casco urbano de Nájera con esta calle, así como una mejora de la seguridad vial y de la comodidad de todos los viandantes, contribuyendo además a impulsar esta zona industrial y comercial”, ha subrayado el consejero durante la visita.
Por su parte, el alcalde de la localidad ha agradecido el esfuerzo inversor del Gobierno de La Rioja en esta obra “ha supuesto acercar el municipio a la zona industrial de Nájera, haciendo más seguro este trayecto que suele ser utilizado como lugar de paseo por los najerinos para acercarse a las empresas, las tiendas y la gasolinera”.
Se trata de una muestra más del compromiso del Gobierno de La Rioja con los najerinos, quienes, desde el verano pasado, cuentan también con un nuevo depósito de agua que ha sido financiado con una partida cercana a los 500.000 euros por la Dirección General de Política Local y Lucha contra la Despoblación.
La actuación, ejecutada por la empresa Ecosil, S.L., se ha llevado a cabo en la margen sur de la calle, en el tramo que discurre entre la Iglesia de la Inmaculada y la gasolinera, abarcando una superficie total de 2.096 metros cuadrados.
En este trayecto se han construido aceras para dar continuidad peatonal desde el centro urbano hasta la zona industrial y comercial, ubicada en dicha calle. La pavimentación se ha ejecutado con baldosa hidráulica de 40×40 centímetros, con acabado en relieve de tipo pergamino, en colores rojo y beige, siguiendo el mismo diseño de la composición del resto de la calle. Para ordenar y favorecer el estacionamiento de los vehículos, se han dispuesto 36 nuevas plazas, dos de ellas reservadas para personas con movilidad reducida.
Por su parte, la visibilidad de las aceras, la calzada y la zona de aparcamiento está garantizada con la instalación de 17 luminarias con carcasa de aluminio y lámparas led, levantadas sobre una columna troncocónica de 10 metros de altura de acero galvanizado.
Las redes de electricidad de baja tensión, telecomunicaciones y alumbrado público se han desplegado por las nuevas canalizaciones que se han enterrado bajo la calle. Junto a ella se ha colocado una tubería para el tratamiento separativo de las aguas pluviales, que cuenta con 14 pozos de registro y diferentes sumideros a lo largo de todo el recorrido.
De este modo, se ha dado solución a este tramo que anteriormente presentaba acabados de material suelto y zonas hormigonadas en mal estado, y que solía estar ocupado por vehículos estacionados que dificultaban el tránsito peatonal.