La portavoz del Ejecutivo y ministra de Educación, FP y Deporte, Pilar Alegría, ha anunciado que el Consejo de ministros de este martes ha aprobado el Real Decreto por el que se actualizan las entregas a cuenta del Gobierno hacia las comunidades autónomas y entidades locales. Con ello, tanto las autonomías como los ayuntamientos recibirán más de 147 mil millones de euros, un 9,5% más que el pasado año.
Concretamente, las comunidades recibirán en torno a 118 mil millones de euros, mientras que el importe que recibirán las ciudades y pueblos de nuestro país ascenderá a cerca de 28,7 mil millones. Para Alegría, con este acuerdo, “se reafirma el compromiso del Gobierno de España”, mostrado en la última Conferencia de Presidentes. Con ello, se mejora la prestación de los servicios públicos, “que es lo mismo que mejorar la vida de los ciudadanos”. Este compromiso no son solo palabras, sino datos. El Gobierno de Pedro Sánchez ha dado más de 300 mil millones a las comunidades y ayuntamientos, un 47% más de lo que dio Rajoy a las autonomías en sus siete años de gobierno.
Debido a la notable mejora y a lo necesario del dinero por parte de las administraciones, Pilar Alegría ha instado al PP a votar a favor de esta medida en el Congreso de los Diputados, a diferencia de lo que ha hecho en anteriores ocasiones.
Por su parte, la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, Sara Aagesen, ha presentado el informe con las conclusiones sobre el apagón sufrido en España el pasado mes de abril. Se trata de un informe aprobado por el Consejo de Seguridad Nacional y supone, en palabras de Aagesen, “la mayor investigación en ciberseguridad de la historia de España”.
La principal conclusión de la investigación asegura que no existe evidencia de ciberataque ni en el operador ni otros niveles, sin embargo, sí se han identificado carencias o malas configuraciones de medidas de seguridad que exponen las redes a potenciales riesgos.
Otra conclusión es que lo ocurrido se debió a varios factores, como la falta de interconexiones en España y varias oscilaciones en la red, una de ellas no habitual. Ello provocó la pérdida de energía en varias centrales, que iniciaron un proceso en cascada hasta llevar a España al conocido cero eléctrico.