El delegado del Gobierno en Extremadura, José Luis Quintana, ha visitado hoy las obras de la variante de Malpartida de Cáceres, un proyecto que ayudará a mejorar la seguridad vial y la calidad de vida de los habitantes de la zona. Esta actuación, que cuenta con un presupuesto de 43,1 millones de euros, ha sido formalizada por el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana y forma parte del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.

La nueva variante, que se extiende a lo largo de 10,7 kilómetros y atraviesa los términos municipales de Cáceres, Casar de Cáceres y Malpartida de Cáceres, incluye la duplicación de la calzada de la carretera N-521 entre el enlace con la autovía A-66 y el propio municipio. Este proyecto tiene como objetivos primordiales la mejora de la seguridad para los usuarios, la reducción del tráfico pesado de largo recorrido en la zona y la disminución de ruidos y contaminación atmosférica.

Durante su visita, Quintana destacó la importancia de esta obra no solo para Malpartida de Cáceres, sino para toda la comarca. «El compromiso del Gobierno de España con la mejora de la infraestructura en Extremadura es firme. Esta variante no solo facilitará el tránsito, sino que también contribuirá a la accesibilidad de poblaciones cercanas como Arroyo de la Luz y otros municipios del oeste de Cáceres», afirmó.

El proyecto de la variante de Malpartida de Cáceres está enmarcado dentro de una inversión más amplia que contempla hasta 659 millones de euros de los fondos Next Generation EU, destinados a la modernización y mejora de la Red de Carreteras del Estado