Son varios los coros que existen en Rivas: los tres de la Escuela Municipal de Música (infantil, joven y adulto) o el más profesionalizado Coro de Rivas. Pero hay uno de especial sonido, el que emiten con sus voces el alumnado de los colegios Dulce Chacón y El Parque (este último se incorpora este año) en el coro Cuncuna Amarilla. Se trata de una coral escolar, creada en 2014, fruto del convenio de colaboración entre la Concejalía de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Rivas Vaciamadrid y la Fundación GSD. Y el pasado 9 de octubre empezó otro curso de melodías y tonadas estudiantiles. Dirigido a chicas y chicos de 3º a 6º de primaria, se reúnen semanalmente para cantar en el horario del recreo del comedor (cada cole en su centro).
25 jóvenes son del colegio Dulce Chacón. Y 35 de El Parque, centro educativo que inicia aventura sonora este 2024. El nombre de la agrupación es un préstamo de la canción ‘Una cuncuna amarilla’, del grupo chileno Mazapán, que cuenta la metamorfosis de una oruga que, tras un periodo de transformación, se convierte en una mariposa.
VALORES Y CRECIMIENTO
“Este relato simboliza el crecimiento y la realización de los sueños, destacando la importancia de la paciencia y la esperanza. Al igual que la cuncuna, nuestro coro infantil busca inspirar a las niñas y niños a creer en su potencial y perseguir sus aspiraciones, recordándoles que, con dedicación, pueden alcanzar sus metas y volar hacia sus sueños desde el esfuerzo colectivo cooperativo”, explican sus responsables. “En esa canción también está la filosofía del coro. Trabajo colectivo y acercar la cultura a la población infantil”, resume su directora, Érica Zisa.