La Universidad de La Laguna ha celebrado hoy 27 de mayo hoy uno de los actos más importantes en la vida académica universitaria, la bienvenida a su Claustro a las nuevas doctoras y doctores que defendieron su tesis doctoral el pasado curso académico. “Nada simboliza mejor la misión universitaria que la obtención del grado académico de doctor, el más elevado de cuantos pueden obtenerse en las instituciones de educación superior a lo largo y ancho del planeta”, defendió en la ceremonia el rector de la institución, Francisco García.
Este grado académico tiene su origen en pleno Medievo, recordó el rector en el acto celebrado en el Paraninfo de la institución universitaria. Nació como una licencia para enseñar, evolucionando desde una inicial distinción religiosa vinculada a la Iglesia a un reconocimiento académico que fue utilizado por las primeras universidades como Bolonia o París y marcó así el inicio de la autonomía universitaria.
También afirmó ante los 70 doctores y doctoras recién investidos que los colores de los diferentes birretes que se les ha otorgado simbolizan la multiplicidad de saberes que corresponde a toda universidad y que tan necesarios son para una formación integral. Se trata de un conocimiento atesorado en la persona, pero gestado colectivamente, porque la ciencia no se hace en soledad, añadió.
Es el grado de doctor o doctora el que acredita la solvencia para adentrarse en el mundo de la investigación, que es lo mismo que hacerlo en la universidad: “No hay universidad si no hay investigación”, sentenció Francisco García en su discurso.
El rector dijo sentirse muy orgulloso de que en el curso 2023/24 se hubieran defendido en esta universidad un total de 167 tesis doctorales, lo que supone el dato más elevado de la última década. Buena parte de este éxito recae en la intensa labor que está desplegando la Escuela de Doctorado y Estudios de Posgrado, así como en el trabajo desarrollado por las comisiones académicas de los 22 programas de doctorado, que comprenden las cinco áreas de conocimiento.
Cero desempleo en doctorado
Otro aspecto destacado por el rector es la vinculación de la producción científica con la resolución de problemas. “Los equipos de investigadores e investigadoras están produciendo conocimiento de aplicación directa en los más diversos ámbitos, tales como el cambio climático, la gestión del agua, la prevención de la contaminación, las energías renovables, la gestión del hecho migratorio o el envejecimiento saludable, entre otros.
Además de todo ello, Francisco García no pasó por alto el hecho de que la tasa de desempleo para la población que ostenta el grado de doctor o doctora se sitúa en el cero por ciento. “Podemos decir con orgullo que, según las estadísticas laborales, el doctorado garantiza la inserción laboral en Canarias”.
El Cabildo de Tenerife ha publicado recientemente una convocatoria para seguir en esta senda, incorporando doctorandos industriales al tejido productivo y mejorando así los índices de innovación de las empresas canarias, una iniciativa que, a juicio del rector, resulta muy oportuna.
En la sesión también intervino el director de la Escuela de Doctorado y Estudios de Posgrado, Gustavo Marrero, quien también felicitó a los nuevos doctores y doctoras y destacó la relevancia de la transmisión del conocimiento de maestros a discípulos, y de estos a su vez a las futuras generaciones de doctores. “Lograr grandes retos como combatir la desigualdad y la pobreza o reducir la prevalencia de las enfermedades raras, por ejemplo, es fruto de esta cadena de generación de conocimiento”.
Buena parte de los hoy doctores se dedicarán a la carrera investigadora, asunto por el cual Gustavo Marrero hizo referencia a la trayectoria que les queda por delante hasta la consolidación profesional, primero como ‘juniors’ realizando estancias de investigación fuera del país, aprendiendo a colaborar con otros colegas internacionales, para luego pasar a ‘seniors’ dirigiendo proyectos, tejiendo redes de investigación, asumiendo más responsabilidades y dirigiendo equipos.
Humanidades para el cambio
Durante el acto de investidura, la catedrática de Filología Francesa Dulce María González Doreste leyó la lección magistral, que versó sobre las Humanidades como custodias de la memoria y fuente de progreso. La ponente destacó el papel central de este ámbito de conocimiento en la formación de la memoria colectiva y la transferencia del progreso social. A través de su recorrido por la literatura medieval y renacentista, resaltó la importancia de la transmisión de conocimiento y la responsabilidad que deben asumir los nuevos doctores y doctoras en una sociedad que se encuentra en constante cambio.
En su intervención, González Doreste también hizo hincapié en la necesidad de preservar el legado cultural y académico, subrayando el valor de la lectura como herramienta fundamental para afrontar los desafíos actuales. Además, resaltó la importancia de continuar trabajando en el camino de la igualdad de oportunidades y la inclusión en el acceso al conocimiento, recordando que la diversidad enriquece tanto la investigación como el desarrollo social.
Inspirándose en figuras históricas y literarias como Marie de France, Christine de Pizan y Rabelais, la catedrática animó a los nuevos doctores y doctoras a asumir un papel activo en la transmisión del conocimiento, como agentes de cambio y defensores del conocimiento. «En la comprensión de aquellos que nos preceden se encuentra la clave para proyectarnos en el futuro hacia la sociedad».
La catedrática sostuvo igualmente que el verdadero progreso radica «en la profundidad, en la capacidad de conectar con lo esencial», por lo cual conminó a los protagonistas de esta ceremonia a indagar en el diálogo con el pasado y búsqueda del saber.