El CIDE analiza las aguas subterráneas afectadas por la DANA de Valencia

Investigadores regogiendo muestras

Un equipo de investigación con participación del Centro de Investigaciones sobre Desertificación (CIDE, UV-CSIC-GVA) ha comenzado los trabajos de análisis de las aguas subterráneas en la zona afectada por la DANA de Valencia. Tras analizar muestras de pozos, fuentes, canales y balsas, los resultados permitirán determinar si las aguas subterráneas han sido afectadas por contaminantes y diseñar futuras medidas de protección de los acuíferos ante estos eventos climáticos.

Las graves inundaciones del pasado octubre provocaron el deterioro o destrucción de edificios urbanos e instalaciones industriales que albergaban componentes y sustancias contaminantes, tales como aparatos electrónicos, vehículos, hidrocarburos, aceites, productos fitosanitarios y disruptores endocrinos derivados de medicamentos. Todas estas sustancias podrían haber sido arrastradas por el agua e infiltradas en los acuíferos. El análisis preliminar de la situación apunta a que las aguas subterráneas podrían haber quedado afectadas tanto en su hidrodinámica como en su calidad.

Un equipo integrado por personal del Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua (IDAEA-CSIC), el Instituto Geológico y Minero de España (IGME-CSIC), la Estación Experimental del Zaidín (EEZ-CSIC) y el Centro de Investigaciones sobre Desertificación (CIDE, UV-CSIC-GVA) ha tomado muestras de agua en pozos, fuentes y canales, en la zona más intensamente afectada por la DANA, y también en el entorno cercano al Parque Natural de la Albufera. Los análisis incluyen la determinación de la presencia de plaguicidas, PFAS, retardantes de llama, fármacos, metales y compuestos volátiles y productos de cuidado personal.

“El objetivo es determinar qué tipo de contaminantes pueden haber llegado. No lo sabemos, pero podría haber desde ácido de baterías de coches, contaminantes de origen industrial o compuestos farmacéuticos. Por eso tomamos diferentes tipos de muestras, para analizar la presencia de un amplio espectro de contaminantes en las aguas subterráneas”, explica Estanislao Pujades, investigador del IDAEA.

Investigadores del Grupo de Investigación en Seguridad Alimentaria y Medioambiental de la Universitat de València (SAMA-UV), adscrito al CIDE, está prestando apoyo mediante la realización de análisis complementarios de las muestras recogidas tras la DANA en el Parque Natural de l’Albufera de València. Los análisis incluyen la determinación de la presencia de plaguicidas, sustancias perfluoroalquiladas, retardantes de llama, fármacos y productos de cuidado personal. “Las aguas subterráneas pueden mostrar los efectos de perturbaciones, como las inundaciones consecuencia de la DANA, a largo plazo. Por ello, con estos análisis pretendemos establecer una línea base con la que comparar la evolución en el tiempo de las concentraciones de contaminantes en el Parque Natural”, explica Julián Campo, investigador del CIDE.

Dada la magnitud de la catástrofe y el elevado volumen de lodos y residuos, el proyecto también estudiará la repercusión que, sobre la calidad de las aguas subterráneas, han tenido las zonas elegidas para su acumulación y procesamiento. En esta última fase, el análisis del impacto real permitirá el diseño de recomendaciones y protocolos de actuación para minimizar sus efectos sobre los recursos hídricos subterráneos, con la finalidad de que puedan ser incorporadas a futuros eventos de riadas e inundaciones.

Esta es la primera campaña de muestreos del proyecto, que prevé repetirse cada dos meses. Los trabajos han sido coordinados con el Grupo de Asesoramiento en Desastres y Emergencias (GADE) del CSIC.