El Gobierno de EE.UU. castigará a los funcionarios de otros países que permitan el flujo de migrantes en su territorio.
Así lo informó este miércoles el secretario del Departamento de Estado de EE.UU, Marco Rubio, a través de un mensaje divulgado en la red social X, donde ratificó que la administración de Donald Trump radicaliza cada vez más su guerra contra la inmigración a través de medidas que hasta incorporan sanciones económicas, como su actual política de aranceles.
«El Departamento de Estado ha instituido una nueva política de restricción de visas para los funcionarios de gobiernos extranjeros responsables de facilitar el tránsito de inmigrantes ilegales hacia EE.UU.«, anunció Rubio.
El alto funcionario señaló que la medida será aplicada con mayor ahínco a «los países que se encuentran a lo largo de las rutas migratorias», a los que advirtió que «deben hacer su parte para prevenir y disuadir el tránsito de inmigrantes ilegales».
«EE.UU. no dará marcha atrás cuando se trate de defender sus intereses de seguridad nacional», agregó Rubio, quien desde que asumió el nuevo presidente, Donald Trump, en enero pasado, ha sido pieza fundamental en la política antimigratoria de Washington.
En ese contexto, Trump ha ejecutado varias acciones, como las deportaciones masivas de migrantes indocumentados, para intentar cortar el flujo migratorio hacia EE.UU., fenómeno que el mandatario ha calificado como una «invasión» dañina contra la sociedad estadounidense, al alegar —sin mostrar pruebas— que estas personas que salen de países del Caribe, Centroamérica y Suramérica, serían criminales.