La presidenta del Cabildo de Tenerife, Rosa Dávila, y el rector de la Universidad de La Laguna, Francisco García, avanzaron en una reunión mantenida ayer en el sistema de entrada escalonada a los campus universitarios, con vistas a su implantación a partir del próximo curso académico 2025/26. La medida tiene como objetivo reducir la congestión en la autopista TF-5, evitando la concentración masiva de accesos en las horas punta y mejorando la movilidad diaria de la comunidad universitaria.

Este nuevo sistema permitirá que las facultades inicien sus clases en horarios distintos, evitando que miles de personas lleguen al mismo tiempo a los campus. Con ello, se pretende aliviar la presión sobre las principales vías de acceso y facilitar un uso más fluido y eficiente del transporte público.

El rector de la Universidad de La Laguna explicó que el próximo 28 de abril es la fecha límite para culminar las negociaciones con los equipos decanales y definir los nuevos horarios de comienzo de las clases, en el caso en que ello sea posible. Para ello, se está utilizando el análisis elaborado por la Cátedra de Movilidad de la institución académica, que permite conocer cómo se desplazan actualmente los estudiantes según su lugar de residencia, medio de transporte y horario habitual.

A partir de esta información, se están ajustando las propuestas en coordinación con los decanatos para evitar los tramos horarios de mayor congestión. Según las estimaciones que maneja la universidad, la entrada escalonada podría reducir hasta 500 vehículos diarios durante las horas punta. Esta cifra, proyectada a lo largo del año académico, supondría una disminución de alrededor de 80.000 desplazamientos.

El rector, Francisco García, explicó que se ha realizado un estudio pormenorizado de los horarios de entrada y salida de los distintos centros universitarios. «Tenemos unos datos muy fiables y  completos de todos los horarios y estamos en periodo para fijarlos con vistas para el próximo curso. Nos encontramos hablando y negociando con los responsables de los centros para establecer algún tipo de retraso en los mismos y a lo largo de este mes plantearemos las posibles actuaciones como ya se hizo en Medicina. Estamos trabajando al lado del Cabildo para mejorar la movilidad en esta isla, que es una prioridad absoluta y nos concierne a todos”, aseveró.

La presidenta valoró el desarrollo del proceso y destacó la implicación del personal universitario en esta iniciativa. “La colaboración y receptividad del equipo rectoral está siendo extraordinaria, y la Universidad de La Laguna se ha convertido en un aliado estratégico para dar respuesta a un problema histórico como es la congestión vial”, afirmó.

La reunión se celebró en la sede del Cabildo de Tenerife y contó también con la participación de la consejera insular de Movilidad, Eulalia García; la gerente de la ULL, Lidia Pereira; y la vicerrectora de Sostenibilidad e Infraestructuras, Marta Domínguez. Durante el encuentro se analizaron además los efectos de las medidas ya impulsadas para mejorar el uso del transporte público y fomentar hábitos de movilidad más sostenibles entre estudiantes, profesorado y personal de administración y servicios.

La Universidad de La Laguna está formada por más de 25.000 personas, entre alumnado, profesorado y personal técnico y administrativo, lo que la convierte en uno de los principales generadores de movilidad de la isla. Se estima que cerca del 35 % de este colectivo se desplaza en coche particular, lo que genera miles de trayectos simultáneos durante los momentos de mayor afluencia. La mayoría de las facultades se ubican en el entorno de La Laguna, donde se encuentra el nudo de Padre Anchieta, uno de los puntos más saturados de la red viaria insular. Según los medidores instalados por el Cabildo, esta zona registra hasta 124.295 vehículos diarios.

“La Universidad de La Laguna es un nodo clave en la red diaria de desplazamientos, y su compromiso con este proyecto es una oportunidad para generar un cambio cultural en cómo nos movemos por Tenerife”, subrayó Rosa Dávila. Del mismo modo, el Cabildo y la Universidad de La Laguna acordaron continuar con el proyecto de establecer un sistema de barreras inteligentes para primar el uso del vehículo privado compartido, en sus diferentes campus para el próximo curso académico. Esta iniciativa está actualmente en fase de licitación y la filosofía que subyace es premiar a los vehículos de alta ocupación para que tengan plazas de aparcamiento a su disposición, y discriminar a los que tienen un solo viajero.

(Nota y foto cedidas).