El CAAC recupera el legado de Pepa Caballero con la exposición ‘Constelaciones abstractas’

El Centro Andaluz de Arte Contemporáneo (CAAC), dependiente de la Consejería de Cultura y Deporte, ha inaugurado la exposición ‘Constelaciones abstractas’, una muestra que ofrece una revisión exhaustiva de la obra de Pepa Caballero (Granada, 1943-2012). Comisariada por Carmen Cortés e Isabel Garnelo, que han trabajado durante años en el estudio y recuperación de la obra de la artista, la exposición presenta un recorrido por toda su trayectoria mostrando sus trabajos más representativos, principalmente, pinturas sobre lienzo y obras en papel que abordan la retícula, la expansión del espacio y la interacción entre color y geometría. La muestra estará abierta hasta el 4 de mayo de 2025 en el Claustrón Este del CAAC.

Pepa Caballero fue la única mujer en los inicios del Colectivo Palmo (1979-1987), un grupo de artistas residentes en Málaga más interesados en la implicación sociocultural de sus actividades que en la búsqueda de un lenguaje común. De hecho, ella fue una de los pocos miembros de este grupo que apostaron por la abstracción en un momento dominado por la nueva figuración, ‘hecho que posiblemente influyó en que prácticamente sea desconocida fuera de Málaga’, señalan las comisarias. La exposición ‘Constelaciones abstractas’ recoge el trabajo de investigación iniciado en 2018 por Cortés y Garnelo, en colaboración con los herederos de la artista, con el objetivo de situarla en el mapa de la abstracción española y destacar su legado en el arte contemporáneo. Su producción artística, caracterizada por la experimentación con la modularidad y la retícula, evolucionó desde el uso de una paleta restringida hacia composiciones más complejas, en las que los colores vibrantes y los contrastes adquieren protagonismo.

La exposición ‘Constelaciones abstractas’ recorre cinco décadas de creación de la artista Pepa Caballero, desde sus primeras incursiones en la abstracción en la década de 1970 hasta sus últimos trabajos, gracias a una selección de obras en las que destaca el enfoque introspectivo, la modularidad y el uso de los colores. La muestra pone de manifiesto su contribución a un lenguaje plástico que cuestiona las fronteras entre figura y fondo, color y composición. «En el trabajo de Caballero con las retículas, los módulos, los colores y la composición, intuimos una huida de la sencillez en el planteamiento que busca provocar en el espectador una lectura propia de la pieza. […] Como preconizaba Kandinsky, Caballero luchó en soledad para llegar a una creación que se situase en un nivel inmaterial, el del intelecto«, señala la comisaria Carmen Cortés.

Desde su llegada a Málaga en 1973, Caballero se enmarcó en el informalismo abstracto, con un estilo definido por el uso de una paleta restringida a tres o cuatro colores, que variaba en cuanto a la saturación. Ya en ese momento estaba presente el concepto de retícula, ‘la vemos o intuimos en sus primeros trabajos abstractos, particularmente los desarrollados a principios de la década de los setenta, en la última fase de la serie ‘Rojos y Negros’, especialmente en acrílicos y serigrafías’, señala la comisaria de la exposición Isabel Garnelo. También aparece la modularidad, insistiendo la propia artista en que ‘sus polípticos podían combinarse siguiendo diferentes criterios’.

Su viaje a Zamora, a finales de 1970, y su residencia allí durante una década, marcaron un antes y un después en la relación de la artista con el color. Destaca la serie ‘Después de la poda’, en la que artista comienza a indagar en torno a la repetición y sus variaciones y vuelve a aparecer la retícula. Esta serie posee un carácter experimental, con referencias al puntilllismo y al impresionismo, en la que se pone de manifiesto la libertad con el uso del color y la rapidez que puede adivinarse en su ejecución.

Las comisarias de la exposición, junto a la directora del CAAC y los familiares de Pepa Caballero, tras la presentación de la muestra 'Colecciones abstractas'.

Las comisarias de la exposición, junto a la directora del CAAC y los familiares de Pepa Caballero, tras la presentación de la muestra ‘Colecciones abstractas’.

Su vuelta a Málaga a finales de 1980 coincide con sus viajes a Grecia, Roma y Estados Unidos y el inicio de nuevas investigaciones e inquietudes artísticas. De este periodo forman parte las piezas de la serie ‘Partenón’ (1992 y 1997), en las que utiliza recursos de índole arquitectónica y constructivista. Aparecen líneas verticales de diferentes dimensiones y la retícula se articula de forma patente. Los colores son poco saturados, con predominancia de los tonos ocres, azules, blancos y grises. En la serie ‘Mediterráneo’, Caballero indaga en los colores rosas, amarillos, ocres y otros de mayor contraste como el rojo y verde, que evocan los frescos de Pompeya. En esa época también se situa la aparición de la línea a modo de marco y destaca un claro interés de la artista por lo narrativo, organizando las obras en dípticos, trípticos o polípticos.

Composiciones de color y líneas

La primera década del siglo XXI (2001-2010) fue un periodo muy prolífico. Realizó cuadros en los que dominan las composiciones de campos de color y líneas y retomó investigaciones de series anteriores, pero con un interés específico hacia lo espacial, el movimiento, la perspectiva y el trampantojo. La exposición recoge obras en las que Pepa Caballero indaga en torno a estos conceptos relacionados con la abstracción constructiva. La tendencia a la verticalidad de las líneas de series anteriores se aminora, introduciendo en las obras líneas horizontales o diagonales y además abandona por completo la retícula. La composición mediante polípticos se hace en ese momento muy pronunciada. Por otro lado, cobra una especial importancia para Caballero el espacio de exposición, el montaje, la relación con el espectador y el color, que se vuelve el protagonista indiscutible, con presencia de azul, amarillo, negro y dorado. Es un momento en el que estudia con mayor intensidad las obras de maestros de la pintura, en concreto, de Fra Angelico.

En su último período, 2011-2012, la abstracción de Pepa Caballero puede abordarse desde una aproximación que el historiador, crítico y escritor italiano Demetrio Paparoni define como ‘abstracción redefinida’. La pintora recupera los colores y formas de la sus primeros trabajos abstractos de los años 1970, como en ‘Tríptico del agua’, ‘Tríptico de la tierra’, ‘Fragua de Vulcano’ e ‘Ingravidez’, entre otros, aunque el blanco de las piezas de su primera época es sustituido en éstas por el color dorado. ‘Es como si la creadora hubiera buscado salir por donde se había consolidado como artista. Un original cierre del círculo vital, siempre comprometida con la abstracción’, señala la comisaria Isabel Garnelo.

Con la exposición ‘Constelaciones abstractas’, el CAAC no sólo busca rescatar la figura de Pepa Caballero, sino también situarla en el lugar que le corresponde dentro del arte contemporáneo, así como reafirmar su compromiso como impulsor de figuras claves del contexto cultural andaluz. Las obras de esta muestra han sido mayoritariamente cedidas por la familia de Pepa Caballero, pero también por la galería Isabel Hurley, la Universidad de Málaga y el Museo de Arte Contemporáneo Vicente Aguilera Cerni de Vilafamés (Castellón), entre otros.