El análisis con IA de datos de miles de personas determina que la edad no influye en la pérdida de peso

La investigación realizada por Marta Garaulet, catedrática de la UMU, apunta a 38 variables que sí influyen durante procesos de bajada de peso

La edad no es un factor que influya a la hora de perder peso, en contra de la creencia general. El estudio que han publicado la catedrática de Fisiología de la Universidad de Murcia, Marta Garaulet, junto con la científica taiwanesa Hui-Wen Yang, en la International Journal of Obesity ha identificado 38 variables que sí influyen en el aumento de peso y entre las conclusiones no está la edad como factor relevante, pero sí la motivación que se ha consolidado como elemento clave del éxito. De hecho, los datos demuestran que, a mayor edad, mayor motivación y constancia; lo que redunda en el éxito de los objetivos.

 

Las investigaciones de Garaulet llevan dos décadas ahondando en aspectos claves de la prevención de la obesidad. Esta nueva publicación es el resultado de un trabajo realizado mediante herramientas de machine learning, una rama de la Inteligencia Artificial en la que los programas son capaces de reconocer patrones y elaborar predicciones. Mediante esta técnica se han analizado datos de más de 5.800 pacientes para sacar conclusiones sobre los factores que son clave a la hora de bajar de peso. Concretamente, de 1900 variables que se cruzaron en un primer momento, se identificaron 138 que fueron finalmente agrupadas en las 38 categorías finales. Por último, para determinar sobre cuáles de estas variables finales se puede actuar, utilizando de nuevo las herramientas de inteligencia artificial, se midió el impacto de cada una de ellas en base a tres criterios: la pérdida global de peso, la velocidad a la que se adelgaza y la adherencia al proceso. La edad, el cronotipo (la tendencia genética a estar más o menos activo en determinados horarios), los hábitos de vida (como la actividad física) y de alimentación, conductas emocionales o el perfil genético son algunos de las muchas variables analizadas.

 

Según las conclusiones del estudio, la motivación ocupa el primer puesto en cuanto a variables influyentes durante el proceso de pérdida de peso y, además, también tiene un impacto en la velocidad a la que se adelgaza. Es decir, a mayor motivación, mayor adherencia al tratamiento; por lo que el resultado es una mayor pérdida de peso a mayor velocidad. Estas conclusiones suponen el desmentido de la relación directa entre la edad y la bajada de peso, según explica Garaulet: “No hay diferencia entre jóvenes y mayores en la pérdida global de peso, o en la rapidez con la que se adelgaza. Lo que sí observamos es que los más mayores abandonan menos, y esto, al final, significa que tienen más éxito”.

 

Muy en relación con la motivación, el autoseguimiento también es fundamental durante el proceso para documentar cómo va evolucionando. Es decir, el hecho de que una persona anote diariamente el seguimiento de sus hábitos ayuda a tener unos mejores resultados a largo plazo.

 

El análisis masivo de datos también ha constatado que el ejercicio físico que se realiza tiene una influencia directa en la velocidad a la que se pierde peso, pero no en el peso total que se pierde durante el tratamiento. Es decir, la investigación de Garaulet demuestra que se puede perder peso sin ejercicio, pero esta pérdida será más lenta.

 

Lo que también ha demostrado este estudio es que el picoteo es una de las variables que más influye en el fracaso procesos de este tipo debido a la estrecha relación entre el hecho de comer a deshoras, la gestión de las emociones y otros aspectos conductuales. Para quienes tienen esta tendencia, la investigadora de la UMU recomienda enfocar el picoteo a alimentos más saludables, como encurtidos, zanahoria o tomates cherry.