El Almería se tuvo que poner el mono de trabajo en La Rosaleda para poder conseguir un resultado positivo y aumentar a nueve las jornadas consecutivas sin perder en LALIGA HYPERMOTION; un punto de mucho valor en una confrontación vibrante, de continuos intercambio de golpes, en el que el conjunto almeriense sacó fe, casta y un gran derroche de fuerzas para hacer frente a un rival sin contemplaciones y muy intenso. Rubi, entrenador del Almería, y Pellicer, técnico del Málaga, plasmaron en las vísperas del partido, con sus declaraciones, lo que se vio sobre el terreno de juego de La Rosaleda, al menos en el primer período. El encuentro arrancó con una clara superioridad del conjunto almeriense, haciendo valer su potencial ofensivo y su calidad. Tanto, que dispuso de claras ocasiones de gol como para haberse adelantado en el marcador. Ya lo decía Pellicer, que elogiaba al Almería, pero también matizaba que tenía sus debilidades, y en una de ellas los locales se adelantaban en el marcador en el minuto 11. Fue una acción de mala suerte también porque aunque un jugador malacitano, Dionisia, cabeceaba sin oposión, la pelota se fue al poste, pegó en Fernando y se metió en la portería. Poco después, en el 14, Gui se tenía que retirar lesionado y lo sustituía Melero que aportó criterio al juego indálico porque si bien la confrontación era muy intensa, y de ida y vuelta, las oportunidades más claras eran para los visitantes que se toparon con las brillantes intervenciones del portero malacitano, que en los prolegómenos recibía el premio al mejor jugador de la Liga durante el mes de noviembre. Rubi lo advertía, el Málaga es de los que menos encaja en el campeonato y eso le hacía estar en alerta, sobre todo si su equipo no mostraba efectividad. Con 1-0 se llegaba al descanso. En la reanudación el encuentro siguió teniendo muchas más alternativas todavía, estaba roto; nadie mandaba ni lograba imponerse ni controlar la situación. No había tregua y el juego, pese a pasar los minutos, no cesaba en su intensidad. Para la afición era todo un espectáculo, pero los dos equipos estaban jugando en el alambre y cualquier cosa podía pasar. En el minuto 60 Rubi hizo un doble cambio dando entrada a Centelles y a Leo Baptistao, con lo que cambiaba la banda izquierda con el objetivo de abrir por allí un vía para generar peligro después de que en el primer tiempo todo el juego se cargara por la derecha. Era tener más alternativas. Y en el 60 Leo Baptistao mandó un obús desde fuera del área que rechazó, una vez más, el seguro meta del Málaga. El Almería insistía, apretaba los dientes porque no quería irse de vacío de La Rosaleda y en el tramo final era el que más llevaba la iniciativa. En el tiempo de descuento, en el minuto 95, un córner lanzado por Arribas, suponía el 1-1. Edgar iba con todo a cabecear y en la pugna con Alex Pastor, éste metía el balón en su portería. Los rojiblancos, lo merecían.