La neuropsicología desempeña un papel fundamental en el tratamiento de los pacientes que han sufrido daño cerebral. Ana Villalba, profesora del Máster Universitario en Neurorrehabilitación de la Universidad Loyola y coordinadora del área de Neuropsicología de IRENEA Sevilla, destaca la importancia de un abordaje integral que contemple tanto los aspectos cognitivos y conductuales como el impacto en el entorno familiar del paciente.
El proceso comienza con una primera valoración neuropsicológica, en la que se analizan los déficits cognitivos y conductuales del paciente. «Todos los aspectos conductuales desde la neuropsicología se trabajan con el paciente y la familia», afirma Villalba. Esta perspectiva holística permite no solo intervenir sobre el paciente, sino también proporcionar apoyo psicológico a su entorno, ya que «el daño cerebral no solo afecta a quién lo sufre sino a todo su entorno».
El apoyo a la familia es un aspecto clave en este proceso. Muchas veces, los familiares se convierten en cuidadores principales y enfrentan cambios drásticos en su vida cotidiana. Brindarles herramientas psicológicas y estrategias de afrontamiento es esencial para evitar el desgaste emocional y favorecer la recuperación del paciente en un ambiente positivo.
En el Máster Universitario en Neurorrehabilitación de Loyola, los estudiantes reciben una formación completa en neuropsicología que combina la teoría con la práctica clínica. «Desde la parte neuropsicológica, enseñamos a los alumnos a realizar la evaluación neuropsicológica, el tratamiento cognitivo y el tratamiento conductual», explica Villalba. Además, algunos estudiantes inician un período de prácticas en IRENEA, donde pueden observar de primera mano las valoraciones neuropsicológicas y participar en sesiones de tratamiento cognitivo.
Abordaje cognitivo del paciente desde la neuropsicología.
Un aspecto clave del abordaje neuropsicológico es la concienciación del déficit por parte del paciente. «Las sesiones de conciencia de déficits son muy importantes, porque sabemos que los pacientes que son conscientes de sus déficits pueden mejorar más durante su tratamiento», sostiene la experta. Esto permite a los profesionales adaptar las terapias a las necesidades reales del paciente y trabajar en la autonomía progresiva del mismo.
El abordaje no solo se limita a la rehabilitación en el ámbito clínico, sino que también tiene en cuenta la reintegración social del paciente. La recuperación de funciones cognitivas y conductuales impacta directamente en la capacidad de la persona para retomar sus actividades diarias, ya sea en el ámbito laboral, educativo o personal.
En definitiva, el abordaje neuropsicológico es esencial en la rehabilitación de los pacientes con daño cerebral, ya que la función cognitiva es la base sobre la que se sustentan el resto de ámbitos de recuperación. Gracias a este enfoque integral, que involucra tanto a los pacientes como a sus familias, se logran mejores resultados en su proceso de rehabilitación y adaptación a la vida cotidiana.
El Máster Universitario en Neurorrehabilitación de la Universidad Loyola, que se imparte de manera conjunta con la Fundación Vithas e IRENEA, ofrece una visión integral, holística y transdisciplinar de las lesiones neurológicas y de su abordaje terapéutico en las distintas fases del proceso rehabilitador.
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