Un segundo avión perteneciente al Gobierno de Venezuela, que durante meses estuvo estacionado en República Dominicana, fue entregado este jueves a EE.UU. en una operación de incautación, en la que participó el secretario de Estado del país norteamericano, Marco Rubio, quien se encontraba de visita oficial en la nación antillana.
De acuerdo con AFP, el acto tuvo lugar en un hangar militar de Santo Domingo y a él concurrieron, además de Rubio, un fiscal dominicano y un representante judicial estadounidense. Juntos pegaron en el costado de la aeronave con bandera venezolana, un cartel con la palabra «incautado».
⚡️EE.UU. incauta un segundo avión propiedad de VenezuelaLa aeronave se encontraba estacionada en República Dominicana durante meses pic.twitter.com/gqVKonNejE
— Sepa Más (@Sepa_mass) February 6, 2025
«Vamos a ir sin descanso contra el régimen ilegítimo […], contra todo lo que esté sancionado, aseguró el funcionario judicial de EE.UU. ante Rubio y el fiscal local.
Previamente, se reportó que se trata de un Dassault Falcon 200 propiedad de la estatal Petróleos de Venezuela que fue utilizado por el presidente venezolano, Nicolás Maduro, sus principales asesores, la vicepresidenta y el ministro de Defensa para viajar por el mundo a países como Grecia, Turquía, Rusia o Cuba.
Desde septiembre del año pasado, la aeronave se encuenta estacionada en un hangar cerrado en el aeropuerto internacional Doctor Joaquín Balaguer de Santo Domingo y vigilada permanentemente por efectivos militares.
Primer avión incautado
En septiembre de 2024, el Gobierno del expresidente Joe Biden decomisó un avión presidencial venezolano también estacionado en República Dominicana. En aquel entonces, las autoridades estadounidenses adujeron que su adquisición había violado las sanciones impuestas por Washington a Caracas.
Venezuela denunció la incautación ante la comunidad internacional, afirmando que se trataba de «una práctica criminal reincidente, que no puede ser calificada de otra cosa que no sea de piratería«.
Maduro calificó en aquel momento a su par dominicano, Luis Abinader, de «ladrón» por permitir la requisa del avión. Por su parte, el Gobierno dominicano buscó deslindarse y sostuvo que no había participado en la investigación del Departamento de Justicia estadounidense que derivó en la confiscación de la aeronave.
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