Dos investigadores de la Universidad Pública de Navarra (UPNA), Mikel Izquierdo Redín y Robinson Ramírez Vélez, han obtenido uno de los Galardones del Deporte, que concede anualmente el Gobierno de Navarra. En concreto, el Centro de Estudios, Investigación y Medicina del Deporte (CEIMD) ha elegido el Mejor Proyecto Investigador al trabajo liderado por ambos que consiste en un ensayo, denominado EXER-COVID, que muestra cómo un programa individualizado de ejercicio físico puede mejorar significativamente el bienestar tanto físico como mental de pacientes con COVID-19 persistente. Este síndrome posviral se caracteriza por fatiga persistente, disnea (dificultad respiratoria) y problemas cognitivos. Si bien los tratamientos para personas con COVID-19 prolongado son limitados, este estudio ha explorado el potencial de un programa planificado y organizado de actividad física como una intervención no farmacológica.
El trabajo, realizado por el grupo de investigación Ejercicio Físico, Salud y Calidad de Vida (E-FIT) de Navarrabiomed, el centro de investigación biomédica del Gobierno de Navarra y la UPNA, fue publicado en la revista científica “European Heart Journal”. Además de los ya citados Mikel Izquierdo y Robinson Ramírez, el equipo de investigación de Navarrabiomed estaba formado por Nora García Alonso, Yesenia García Alonso, Gaizka Legarra Gorgoñón y Sergio Oscoz Ochandorena, junto con Julio Oteiza Olaso, médico del Servicio de Medicina Interna del HUN.
El estudio se centró en 89 personas (59 mujeres y 30 hombres) que presentaban síntomas persistentes tras superar la infección inicial por COVID-19. Durante seis semanas, estas personas siguieron un programa de entrenamiento progresivo que combinaba ejercicios de potencia muscular y sesiones de entrenamiento de alta intensidad en bicicleta estática de medición.
Mejor capacidad física y menor malestar psicológico
Los resultados indicaron mejoras significativas en el consumo máximo de oxígeno, un indicador clave de la capacidad cardiorrespiratoria, así como en la fuerza muscular. Además, se observaron reducciones destacables en síntomas como la disnea y la fatiga, y mejoras en la calidad de vida relacionada con la salud mental, incluyendo disminución de la depresión y del malestar psicológico.
Además, las personas participantes reportaron mejoras notables en el bienestar emocional y las funciones ejecutivas. Este dato es particularmente importante dado que quienes presentan COVID-19 prolongado sufren, a menudo, síntomas neuropsicológicos como déficits de atención y pérdida de memoria.
El ensayo también contó con la participación de especialistas del Servicio de Medicina Interna del Hospital Universitario de Navarra (HUN), el Departamento de Enfermería de la Universidad de Granada y la Unidad de Investigación de Enfermedades Metabólicas del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán (México).