Con motivo de la celebración del 8M, Día Internacional de la Mujer, el rector de la Universidad de Burgos y la Unidad de Igualdad de Oportunidades de la Universidad de Burgos han dirigido sendos comunicados a la comunidad universitaria.
José Miguel García, rector de la UBU, se ha sumado al manifiesto emitido por CRUE con motivo de esta fecha.
Manifiesto de Crue Universidades Españolas, con motivo del Día Internacional de la Mujer
El 8 de marzo es una jornada de reivindicación y compromiso con la igualdad de género. Año tras año, CRUE ha reafirmado su papel en la construcción de una universidad inclusiva, libre de discriminaciones y comprometida con la equidad. Este 2025, el lema propuesto por la ONU, «Para TODAS las mujeres y niñas: Derechos. Igualdad. Empoderamiento», nos recuerda que la lucha por la igualdad debe ser transversal e inclusiva, garantizando que ninguna mujer ni niña quede atrás o directamente fuera.
Las universidades, como espacios de conocimiento, pensamiento crítico y transformación social, tienen la responsabilidad de liderar este compromiso y convertirse en símbolo de los avances logrados y de los desafíos que aún quedan por superar. Por ello, desde CRUE manifestamos nuestro firme compromiso con:
- Defender los derechos de todas las mujeres y niñas, eliminando cualquier forma de discriminación y promoviendo entornos académicos y laborales seguros e igualitarios.
- Garantizar la igualdad de oportunidades, impulsando medidas que fomenten la presencia de mujeres en todos los ámbitos del conocimiento, especialmente en aquellos donde aún están infrarrepresentadas.
- Empoderar a las mujeres en la educación y la investigación, asegurando su liderazgo en la generación y transmisión del conocimiento, sobre todo en algunos ámbitos específicos.
- Reforzar las políticas universitarias de igualdad, asegurando su aplicación efectiva y promoviendo una cultura institucional que impulse la corresponsabilidad y la conciliación.
- Ampliar nuestra mirada a nivel global, solidarizándonos con todas las mujeres y niñas que aún ven vulnerados sus derechos fundamentales y apoyando iniciativas internacionales en favor de la equidad de género.
La educación superior no puede ni debe ser neutral ante la desigualdad. Desde CRUE, renovamos nuestro compromiso con una universidad comprometida con la igualdad efectiva, inclusiva y transformadora, que no solo forme profesionales, sino que también impulse ciudadanos y ciudadanas comprometidos con la justicia social y la construcción de una sociedad más equitativa, diversa y sostenible.
Porque los derechos, la igualdad y el empoderamiento deben ser para todas.
Manifiesto RUIGEU
Por su parte, la Unidad de Igualdad de Oportunidades ha compartido el manifiesto elaborado por la Red de Unidades de Igualdad de Género para la Excelencia Universitaria, de la que forma parte la UBU.
El 8 de marzo, las universidades debemos unirnos para conmemorar el Día Internacional de las Mujeres bajo el lema «Para las mujeres y las niñas en TODA su diversidad», en consonancia con la campaña mundial de ONU Mujeres.
Este día representa una oportunidad para reforzar nuestro compromiso con la igualdad de derechos, el empoderamiento y la ampliación de oportunidades para todas las mujeres. La juventud, será protagonista de los cambios necesarios para alcanzar una igualdad efectiva; y las universidades debemos tener un papel muy activo en dicho cambio.
En 2025, conmemoramos el 30º aniversario de la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing, adoptada en 1995 por 189 gobiernos en la 4ª Conferencia Mundial sobre la Mujer. Este documento sigue siendo el referente global para el avance de los derechos de las mujeres en todas las esferas: educación, salud, paz, medios de comunicación, empoderamiento económico y social, y erradicación de la violencia de género.
Las universidades españolas debemos asumir un papel activo en este cambio, especialmente ante la cruda realidad a la que se enfrentan millones de mujeres en el mundo. Solo en el último año, 612 millones de mujeres han sido víctimas de conflictos armados. Ellas son más vulnerables al impacto del cambio climático y es alarmante el desequilibrio de género en el acceso a la educación básica de algunos países. La situación aún es más grave cuando hablamos de mujeres con discapacidad; no en vano, la reforma del artículo 49 de nuestra Constitución obliga a atender particularmente las necesidades específicas de las mujeres y menores con discapacidad.
La erradicación de la violencia contra las mujeres debe ser una prioridad inaplazable, pues una de cada tres sufre violencia en algún momento de su vida y cada 10 minutos una mujer es asesinada por su pareja o un familiar. También es imprescindible combatir la brecha salarial de género y la escasa presencia de mujeres en puestos de liderazgo y toma de decisiones en empresas, gobiernos e instituciones.
En las universidades debemos consolidar nuestra responsabilidad con la igualdad de oportunidades mediante el compromiso con la eliminación de brechas de género, sobre todo en las áreas STEAM, y el reconocimiento y la visibilización del trabajo académico y profesional de las mujeres. Además, urge la efectiva implantación de políticas de corresponsabilidad y conciliación, así como la verdadera erradicación del acoso y la discriminación por razón de género en nuestras instituciones. Del mismo modo que la incorporación transversal de la perspectiva de género en todos los planes de estudio ayudaría a concienciar al profesorado y alumnado sobre esta realidad, teniendo su reflejo en el ámbito académico y social.
Los derechos de las mujeres son derechos humanos y de todas. La igualdad nos une pero la diversidad nos enriquece, por lo que es misión fundamental de nuestra universidades incorporar la perspectiva interseccional generando espacios de convivencia, facilitando y flexibilizando el acceso a todos los colectivos respetando sus particularidades y propios contextos sociales y culturales, y ofreciendo las herramientas necesarias al personal docente y la comunidad universitaria para educar en el feminismo no sólo desde un enfoque único sino desde la globalidad.
Desde la Red de Unidades de Igualdad de Género para la Excelencia Universitaria, reivindicamos que las universidades lideren el cambio hacia un futuro más igualitario, garantizando que cada mujer tenga las mismas oportunidades para desarrollarse plenamente. Debemos seguir trabajando para construir una sociedad más justa, equitativa y diversa, donde la igualdad no sea una meta, sino una realidad incuestionable.