El 21 de noviembre se celebra el Día Internacional de la Espina Bífida, una efeméride que busca concienciar a la población sobre esta enfermedad que es relativamente fácil de prevenir.
La espina bífida es una malformación congénita del sistema nervioso que afecta a la médula espinal, las estructuras que la recubren y la columna vertebral. Se produce cuando el tubo neural no se cierra completamente entre la tercera y cuarta semana del embarazo. Afecta al sistema nervioso central, el aparato locomotor y el sistema genitourinario, y puede producir hidrocefalia, y una falta de sensibilidad, movilidad y fuerza. Estas secuelas, que son de por vida, se van agravando con el paso de los años, generando problemas de salud a las personas que conviven con ella.
Se desconocen exactamente sus causas, por ello es fundamental su prevención a través del consumo de ácido fólico antes y durante el embarazo. Actualmente se estima que en España hay aproximadamente 31.700 personas con espina bífida.
Este tipo de problema se ha vuelto tan común que se estima que la espina bífida es la segunda causa de discapacidad durante la infancia, tan solo siendo precedida por la parálisis cerebral.
Se distinguen tres grandes grupos de espina bífida en función de la severidad y las consecuencias que esta conlleva:
- Espina bífida oculta: Implica un pequeño defecto en la formación de una vértebra y no genera ningún tipo de síntoma en el paciente. Los afectados no ven comprometida en forma alguna la realización de sus actividades diarias. Es más, en muchos casos, ni son conscientes de que tienen esta malformación.
- Espina bífida meningocele: Se trata de una especie de saco de tejido que sobresale de la columna vertebral y contiene en su interior membranas de la capa protectora de la médula espinal y líquido cefalorraquídeo. En este caso la persona si evidencia cierto tipo de limitaciones en su desarrollo. Sin embargo, la médula es normal, por lo que en la mayoría de los casos, estos niños, tras ser sometidos a una cirugía durante las primeras semanas, pueden llevar una vida totalmente autónoma.
- Espina bífida mielomeningocele: Es el caso más grave. Aquí la bolsa o quiste contiene tejido y líquido cerebroespinal y también parte de los nervios, lo que ha impedido que la medula se desarrolle completamente. Por lo general, existe una correlación directa entre la altura en la que se forma el quiste y la gravedad de la discapacidad; a mayor altura mayor grado de discapacidad.
Prevención
En general, puedes reducir tu riesgo de tener un bebé con espina bífida y otros defectos del tubo neural si tomas suplementos de ácido fólico. Debes comenzar a tomar los suplementos al menos un mes antes de lograr el embarazo y continuar tomándolos durante el primer trimestre.
Actualmente, a las mujeres embarazadas se recomienda la ingestión de ácido fólico, tanto en los alimentos que se consume cada día como en forma de suplementos. Entre los alimentos que contienen esta sustancia destacan frutas cítricas, yema de huevo, leche de vaca, aguacate, verdura de color verde oscuro, como el brócoli y las espinacas, etc. También se recomienda ingerir alimentos enriquecidos en ácido fólico o folatos, lo cual se menciona en el etiquetado de los alimentos. Algunos de los alimentos fortificados con ácido fólico son el arroz, pan, sal, cereales del desayuno. Siempre debe consultar al especialista, la cantidad de ácido fólico en forma vitamínica que debe consumir.
Asimismo, las personas diabéticas deben tener especial cuidado y mantener vigilado su nivel de glucosa en sangre.
Durante el embarazo, cualquier mujer que esté tomando medicación debe consultar con su especialista para asegurarse de que no sea contraproducente. Algunos medicamentos resultan facilitadores a la hora de que el bebé padezca una malformación congénita, entre ellas la espina bífida.
Desde salud municipal del ayuntamiento de Leganés, con el objetivo de visibilizar este día, el 21 de noviembre se celebra el Día Internacional de la Espina Bífida, se Iluminaran en amarillo edificios institucionales y fuentes ornamentales