En 2023, los españoles hicieron 9,4 millones de viajes en Navidad, lo que supone 600.000 más que el año anterior, según datos de Statista. Y, aunque las fechas favoritas de los españoles para viajar siguen siendo los meses de verano, la tendencia de los viajes en Navidad no deja de crecer. De hecho, y sin contar con la recuperación pospandemia, entre 2015 y 2019 los viajes de la población española en Navidad aumentaron progresivamente cada año. Se trata de una tendencia creciente que encuentra sus causas en varios factores. «La época navideña ha sido tradicionalmente temporada alta para destinos bien posicionados para estas fechas: destinos urbanos con dedicación navideña por mercados o espectáculos, o de montaña o nieve«, explica Pablo Díaz, profesor de los Estudios de Economía y Empresa de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) e investigador del grupo de investigación NOUTUR.
Gran parte de estos desplazamientos y viajes se deben a la tradicional «vuelta a casa por Navidad» de quienes viven y trabajan fuera de su ciudad de origen. Para algunos, es el esperado momento de reencontrarse con amigos y familiares para celebrar la Navidad. Pero el ocio se abre paso y posiciona las fechas navideñas como una nueva temporada alta para el sector turístico. «Es posible que, en la actual evolución de un turismo en crecimiento, más desestacionalizado y con cambios en las temperaturas medias, se dé una muy positiva evolución del turismo en fechas navideñas», añade.
Navidad para viajar
Las ciudades cambian a lo largo del año, pero quizás lo hacen especialmente durante la Navidad, cuando se adornan e iluminan para potenciar la ilusión de unas fechas que encandilan a muchos niños y adultos. Las redes sociales contribuyen a la promoción de destinos cuyo punto fuerte está, precisamente, en decoraciones, espectáculos, eventos, mercadillos navideños y gastronomía. «Destinos de montaña y nieve o destinos urbanos de atractivo invernal por tradición arquitectónica y cultural son algunos de los más populares en estas fechas, aunque también ganan adeptos los destinos de huida del frío, como los insulares meridionales (Canarias) o cálidos, e incluso saltos geográficos que llevan consigo cambios de hemisferio», apunta.