Cultura instalará en la tumba de Postumio de la Necrópolis de Carmona una innovadora cubierta para evitar su deterioro

La Consejería de Cultura y Deporte ha iniciado las obras de construcción de una innovadora cubierta en la tumba de Postumio, en el Conjunto Arqueológico de Carmona (Sevilla), como nueva medida para evitar el deterioro por la posible entrada de agua de lluvia. La solución arquitectónica, realizada por el doctor en arquitectura y profesor de la Universidad de Sevilla Manuel Ordóñez en el marco del proyecto universitario cobArQact, presenta una cubierta de doble membrana que deja una cámara intermedia de aire que, convenientemente monitorizada y gestionada, permite mover las masas de aire caliente y frío en el interior del complejo funerario para garantizar su conservación.

El Conjunto Arqueológico de Carmona -primer yacimiento en abrirse a la visita pública en España en 1885- conserva un amplio elenco de tumbas de época romana, la mayor parte de las cuales datan del siglo I de nuestra era. Responden a una tipología que saca partido de la facilidad presentada por el sustrato rocoso donde se ubican, la región de los Alcores (denominado calcarenita) para realizar cámaras subterráneas a las que se accede mediante un pozo vertical o un patio, por lo que con la entrada de agua la roca se degrada hasta convertirse en arena.

La consejera de Cultura y Deporte, Patricia del Pozo, ha explicado que «la Necrópolis de Carmona enfrenta con esta solución innovadora, fruto de un proyecto de investigación patrimonial, el reto de su conservación dado que, desde sus excavaciones, en 1885 y 1910, las tumbas han estado expuestas a duras condiciones ambientales». Pese a que en otros momentos se han tomado una serie de medidas para evitar que la lluvia entre directa o indirectamente en los complejos «se necesitan soluciones más avanzadas que garanticen su conservación tanto para el disfrute de los andaluces de hoy como para el de las generaciones venideras».

En este sentido, Del Pozo ha subrayado el importante esfuerzo inversor mantenido por el Ejecutivo de Juanma Moreno en la materia que, desde 2019 supera los 71,2 millones de euros solo en restauración y conservación del patrimonio histórico de Andalucía. A ello se suma, «el trabajo constante que realiza la Consejería de Cultura y Deporte para la conservación y salvaguarda de los bienes culturales, que pasa también por el respaldo a su estudio e investigación por los expertos», ha puntualizado.

La consejera ha incidido en que las nuevas técnicas de conservación y estudio son claves para el futuro de nuestro patrimonio histórico. «La Junta siempre irá de la mano de los grupos de investigación, como el que forma el proyecto universitario cobArQac», ha señalado. Este proyecto universitario está financiado por la Junta de Andalucía y dirigido por los doctores en Arquitectura y profesores de la Universidad de Sevilla, Juan Carlos Gómez de Cózar y Ángel Luis León.

Tras un año de ensayo, el equipo de investigación, de acuerdo con el Conjunto Arqueológico de Carmona y la Delegación Territorial de Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía en Sevilla, afrontó el reto de diseñar y ejecutar una cubierta para una de las tumbas de la Necrópolis que no solo contenga pinturas murales de época antigua, sino que sea igualmente visitable y esté requerida de una actuación de conservación preventiva. La candidata más adecuada fue la tumba de Postumio.

La solución arquitectónica, que cuenta con la autorización de la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico de Sevilla -en la sesión celebrada el 25 septiembre 2024-, así como del Ayuntamiento de Carmona, se materializa en un sistema original de cobertura ligera de gran adaptabilidad a la geometría y condiciones de contorno del yacimiento, diseñado a partir de un proceso de generación geométrica mediante software paramétrico. La cubierta, prácticamente, no produce huella física en el yacimiento, ya que su apoyo en el suelo arqueológico se produce mediante elementos ocultos de lastre de escasa profundidad y total reversibilidad. Supone también una innovación desde el punto de vista medioambiental ya que es autosuficiente, siendo su impacto en todo su ciclo de vida mínimo.

La Tumba de Postumio

Se trata de un complejo funerario datado en el siglo I de nuestra era, caracterizado por un amplio patio excavado en la roca a cielo abierto, al que se accede a través de una escalera. El patio da acceso a una cámara tallada en la roca en la que se encuentran los nichos para recibir las hornacinas que contenían los restos cremados de los difuntos. Gracias a una inscripción encontrada durante su excavación, a finales del siglo XIX, se sabe que el nombre de su propietario era Quinto Postumio.

La cámara está adornada con pinturas murales en paredes y techos. Aunque ha sido objeto de reiteradas restauraciones en los últimos años, su estado de conservación es precario. Por ello, se han llevado a cabo obras de restitución en las paredes de la cámara para mantener la proporcionalidad original.

Igualmente, la tumba ha sido objeto de un estudio sobre su aspecto inicial que se ha plasmado en un vídeo que puede consultarse, desde cualquier dispositivo móvil in situ.