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NAIROBI/NUEVA YORK, 3 de mayo de 2023 – La directora ejecutiva de UNICEF, Catherine Russell, ha viajado al este de Kenia para reunirse con familias refugiadas que luchan por recuperarse de la peor sequía provocada por el cambio climático que afecta a la región en los últimos 40 años.
Después de cinco temporadas de lluvias muy escasas o fallidas durante los últimos tres años en el Cuerno de África, muchas familias han perdido su ganado, sus cultivos y sus medios de subsistencia por completo, poniendo en riesgo la vida de más de 1,5 millones de niños y niñas debido a la desnutrición aguda grave. Incluso después de las últimas lluvias, el suelo reseco no ha podido absorber todo el agua, lo que ha provocado inundaciones y más devastación.
“Por fin ha empezado a llover, dando esperanza a la gente, pero el camino a la recuperación es largo. Los niños y niñas todavía tienen hambre, corren el riesgo de contraer el cólera, necesitan ir a la escuela y muchos no tienen perspectivas de volver a casa. Llevará tiempo y compromiso de la comunidad internacional que estas comunidades empiecen a recuperarse”, ha afirmado la directora ejecutiva de UNICEF, Catherine Russell, después de una visita a Garissa, afectada por la sequía, y al campamento de refugiados de Dadaab.
“Las familias han perdido la mayor parte de su ganado y los nuevos cultivos tardarán meses en crecer. Ahora se enfrentan a las inundaciones. Una mujer me ha explicado cómo los torrentes de agua se han llevado sus pocas pertencias, entre ellas el colchón donde dormían ella y su bebé”, ha añadido.
La sequía en el Cuerno de África se ha visto agravada por años de conflicto e inseguridad, el impacto socioeconómico de la COVID-19 y el aumento del precio de los alimentos y el combustible, en parte debido a la guerra en Ucrania. En toda la región, el precio del aceite de cocina, el pan y la harina de trigo siguen siendo altos en los mercados locales. Muchas familias no pueden cubrir sus necesidades más básicas.
En Kenia, Etiopía y Somalia, más de 2,5 millones de personas se han visto desplazadas debido a la sequía. A medida que las familias se ven empujadas al borde del abismo, los niños y niñas pasan hambre, faltan a la escuela, se ven obligados a trabajar o se casan a una edad temprana y enferman, a veces a causa de brotes de cólera. Con los ciclos de sequía seguidos de inundaciones, la próxima crisis devastadora puede ocurrir antes de que los niños y sus familias hayan tenido la oportunidad de recuperarse.
«He conocido a dos niños pequeños, Khalid y Khalil, que se habían recuperado de la desnutrición gracias a la ayuda de UNICEF y sus aliados. Para apoyar la recuperación de niños como ellos, es imprescindible que la respuesta humanitaria sea sostenida y que se refuercen los sistemas de los que dependen los niños y las niñas», ha afirmado Russell. «Eso incluye mejorar el acceso a alimentos terapéuticos y a nutrición esencial, garantizar el acceso a agua y servicios sanitarios, proporcionar oportunidades de subsistencia y fortalecer los sistemas sociales de protección para mitigar la crisis climática», ha añadido.
En el condado de Garissa, en el noreste de Kenia, Russell ha visitado un centro de estabilización para niños con desnutrición grave apoyado por UNICEF y los servicios ambulatorios para los que se están recuperando.También ha conocido a niños y niñas que se han recuperado de la desnutrición más grave gracias a que recibieron alimentos terapéuticos listos para usar (RUTF, por sus siglas en inglés) proporcionados por UNICEF con financiación de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID).
Por otro lado, en Dadaab, cerca de la frontera con Somalia, Russell ha visitado el campamento de refugiados de Ifo para reunirse con los recién llegados de Somalia. UNICEF trabaja con sus aliados en dicho campamento para brindar servicios de nutrición, protección infantil y educación. La directora ejecutiva de UNICEF ha visitado, además, un puesto de servicios ambulatorios de nutrición y salud, entre los que se incluye la respuesta al cólera, y ha conversado con familias con las que se está trabajando para prevenir el matrimonio infantil.
«Las familias siguen llegando a Dadaab desde Somalia desesperadas y con la esperanza de sobrevivir», ha explicado Russell. «UNICEF agradece al Gobierno de Kenia su renovado apoyo a los refugiados que llegan y a las comunidades locales, afectadas a su vez por la sequía. Debemos responder a estas emergencias a la vez que trabajamos para que las zonas vulnerables sea resilientes a largo plazo».
UNICEF trabaja con gobiernos y aliados de toda la región para apoyar a millones de niños y niñas vulnerables. Solo en 2022, UNICEF y sus aliados prestaron servicios sanitarios esenciales a casi 2 millones de niños y mujeres en el Cuerno de África; trabajaron para prevenir la desnutrición de más de 30 millones de niños y madres; trataron a casi 1,3 millones de niños menores de 5 años por desnutrición aguda grave; y proporcionaron agua potable a casi 4,6 millones de personas, apoyando, además, la renovación de pozos y sistemas para suministrar agua potable a escuelas, centros de salud y comunidades.
Este año, UNICEF necesita 759 millones de dólares (688 millones de euros) para proporcionar ayuda esencial a 16,6 millones de personas -incluidos 12,2 millones de niños y niñas- en Etiopía, Kenia y Somalia. De esa cantidad, 137,5 millones de dólares (casi 125 millones de euros) se destinarían a Kenia. Hacen falta otros 690 millones de dólares (625 millones de euros) para trabajar en favor de la resiliencia climática en las comunidades de las zonas afectadas en 2023 y 2024.
Este miércoles 3 de mayo Russell se une a otros responsables de organismos de las Naciones Unidas y aliados para presentar el Informe Mundial sobre las Crisis Alimentarias 2023.
Para contribuir al trabajo de UNICEF en emergencias como la del Cuerno de África: https://www.unicef.es/causas/emergencias/fondo-emergencias