Cuando los algoritmos deciden por ti: un aviso sobre la automatización y la pérdida de libertad

Hoy en día, escuchamos que la inteligencia artificial podrá solucionar casi todos nuestros problemas, la medicina será personalizada, los trámites se agilizarán en las administraciones y ya no nos equivocaremos cuando tengamos que elegir una película o una canción en función de nuestros gustos. Según la investigadora del grupo Communication Networks and Social Change (CNSC), del Internet Interdisciplinary Institute (IN3) de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), Andrea Rosales, nuestras sociedades solo ven ventajas en la digitalización.

Sin embargo, en un análisis de la novela QualityLand, de Marc-Uwe Kling, —una ficción en la que todo está regulado por los algoritmos—, publicada en The De Gruyter Handbook of Automated Futures: Imaginaries, Interactions and Impact, Rosales –junto con Sara Suárez– apunta que hay una parte más oscura y menos conocida en las nuevas tecnologías y en cómo se están implantando. La digitalización forzada de la sociedad está excluyendo a los colectivos más vulnerables, ya que los sistemas algorítmicos tienen sesgos. Además, las tecnologías parecen capaces de solucionar problemas para los que, en realidad, no están preparadas.