La presidenta de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), Cristina Herrero, participó hoy en las III Jornadas Actuariales, organizadas por el Instituto de Actuarios, donde ha destacado la necesidad de avanzar en el análisis, cuantificación y gestión de los riesgos fiscales, especialmente en un contexto de creciente complejidad e incertidumbre global.
Durante su intervención, Cristina Herrero destacó las principales conclusiones de la primera Opinión sobre Riesgos Fiscales publicada por la AIReF el pasado mes de marzo, un compromiso incluido en su Plan Estratégico 2020-2026. Según sus palabras, esta iniciativa nació con el objetivo de incorporar una visión más estratégica en el análisis de la sostenibilidad fiscal, ante la evidencia del aumento en frecuencia e intensidad de perturbaciones de diversa índole —económicas, medioambientales o legales— y la constatación de que el sistema actual presenta margen de mejora.
Esta primera Opinión identifica y analiza tres grandes grupos de riesgos: los macroeconómicos, los ambientales y las acciones legales contra el Estado. Además, evalúa el principal instrumento para la mitigación de estos riesgos: el Fondo de Contingencia.
La presidenta se detuvo, especialmente, en el análisis de los riesgos ambientales, centrado en la frecuencia y alcance de este tipo de riesgos y el marco institucional de respuesta. En este sentido, destacó la dispersión y deficiencia estadística y cifró el coste total estimado por la AIReF de este tipo de riesgo en más 11.000 millones de euros en el periodo 2005-2023. Subrayó la necesidad de mejorar la cuantificación de esos riesgos explicitando en los presupuestos los costes de reparación y creando una base de datos a partir de datos de ejecución presupuestaria. Además, la AIReF propuso que la Administración central y las Comunidades autónomas elaboren y publiquen sus propias estrategias, ante la falta de una a nivel nacional.
Por otro lado, Cristina Herrero avanzó que la próxima Opinión abordará otros riesgos relevantes, como los financieros, los asociados a empresas públicas y los derivados de garantías públicas, con el objetivo de construir una visión integral que refuerce la resiliencia de las finanzas públicas a medio y largo plazo.
Finalmente, recordó que la AIReF no analiza en esta opinión factores como el envejecimiento o cambio climático, que afectan a las finanzas públicas pero que la AIReF considera factores de presión e incorpora a su escenario central de proyección a largo plazo. De hecho, la AIReF publicó también en marzo la segunda Opinión sobre la sostenibilidad de las Administraciones públicas a largo plazo, en la que señala que el envejecimiento y las limitaciones al crecimiento tienen un impacto obviamente acumulativo desfavorable en las cuentas públicas, no sólo por la vía de las pensiones, también por el gasto en sanidad