La Dirección General de Consumo de la Junta de Andalucía, en el marco del Día Europeo de la Protección de Datos, destaca la importancia de proteger los datos personales cuando se navega por internet o se realizan compras.
El marco normativo que ampara en esta materia es la Ley Orgánica 3/2018, de 5 de diciembre, de Protección de Datos Personales y Garantía de los Derechos Digitales, que adapta al ordenamiento jurídico español el Reglamento (UE) 2016/679 del Parlamento Europeo y el Consejo, de 27 de abril de 2016, relativo a la protección de las personas físicas en lo que respecta al tratamiento de sus datos personales y a la libre circulación de estos datos.
En este sentido, en materia de protección de datos, la ciudadanía dispone de los derechos de información, de acceso, de rectificación, de supresión (olvido), de oposición, de limitación del tratamiento, de portabilidad de los datos personales y de no ser objeto de decisiones individualizadas.
Consumo recalca que, teniendo en cuenta estos derechos, es importante reflexionar antes de facilitar datos personales –nombre, apellidos, DNI, datos de facturación, medio de pago, dirección de la entrega, etcétera– y analizar quién está pidiendo esos datos, para qué los va a utilizar y si realmente es necesario que disponga de esa información.
Asimismo, aunque se permita a una persona o entidad el tratamiento de los datos personales, se puede decidir la duración de este tratamiento, pudiendo en todo momento denegar el consentimiento si se cambia de opinión.
Como recuerda la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD), cualquier información que identifique o que pueda permitir que alguien pueda identificar al ciudadano es un dato personal, desde el nombre y apellidos, DNI y correo electrónico hasta la dirección IP.
La despreocupación ante la protección de datos puede suponer un riesgo que compromete la privacidad e identidad, además de exponer a recibir spam y, en los peores casos, ser víctimas de extorsión o chantaje.
Asimismo, es ilegal proporcionar datos de terceros, algo que podrían denunciar. No se puede disponer y decidir sobre los datos personales de otros si no han dado su consentimiento.
Consumo también recuerda que es esencial que, a la hora de navegar por internet, se utilicen conexiones seguras y, por ello, hay que desconfiar de las Wi-Fi públicas, especialmente si se va a tratar con datos personales o accesos de entidades bancarias. Nunca se deben proporcionar datos personales si no existe seguridad de quién es la persona destinataria y nunca hay que compartir las contraseñas.
Asimismo, hay que estar alerta ante la proliferación de los casos de phishing vía correo electrónico –y sus variantes smishing (SMS), vishing (llamadas telefónicas) o web spoofing, es decir, la suplantación de una página web real por otra falsa–. A través de estos fraudes, los ciberdelincuentes buscan hacerse con los datos personales y bancarios.