Una jornada, celebrada en la ESCET, ha abordado la problemática desde el punto de vista medioambiental y jurídico
Raúl García Hémonnet
Hace ahora casi un año, el 8 de diciembre, el buque carguero ‘Toconao’ perdió 6 contenedores a 80 kilómetros de la localidad costera de Viana do Castelo (Portugal). Uno de estos contenedores contenía pellets plásticos que llegaron hasta varios municipios de Galicia, Asturias, Cantabria y Euskadi.
Este grave suceso medioambiental dio la idea para celebrar la ‘Segunda Mesa Redonda Multidisciplinar: El Impacto Ambiental de los Pellets en la Costa Gallega’ en el campus de Móstoles, el pasado 8 de noviembre.
El accidente del buque ‘Toconao’ permitió a las profesoras Nuria Navarro Andres, María del Mar Muñoz, Inmaculada Concepción Suárez y Silvia Martín plantear la jornada desde el punto de vista del impacto medioambiental y de las responsabilidades jurídicas.
El objetivo era “la contaminación de forma interdisciplinar”, explica Nuria Navarro, profesora del área de Microbiología y miembro del comité organizador. Para ello han contado con expertos de distintas universidades españolas (incluida la URJC) y centros de investigación, destacando Pilar Zorzo Gallego, Investigadora en el Centro de Estudios de Puertos y Costas del CEDEX y presidenta de la Asociación Española de Basuras Marinas ; y Francisco Javier Sanz Larruga, Catedrático de la Universidad de A Coruña, y experto en Derecho del Litoral.
Las principales conclusiones que se sacaron, tras las ponencias y el posterior debate, fueron, según Nuria Navarro, “que debemos evitar que la contaminación de origen terrestre, que supone el 80% de los desechos que llegan al mar”. Para conseguirlo, desde el punto de vista jurídico se apuntó que se avanzaría mucho cumpliendo la normativa existente y se barajaron opciones como una mayor cooperación entre Gobierno, Comunidades y Ayuntamientos, así como aumentar y endurecer sanciones.
Además, desde el punto de vista de lo que puede hacer cada uno de los ciudadanos se recordó la necesidad de reducir el consumo de plástico de un solo uso, “siempre es mejor evitar y prevenir que luego tener que limpiar o restaurar”
Según señala Nuria Navarro, “los estudiantes se sintieron impactados al conocer el origen de las basuras marinas y el hecho de que cada minuto llegan al mar 22 toneladas de residuos. El alumnado desconocía gran parte de la problemática. Ninguna playa de España y, probablemente, del mundo, se encuentra libre de contaminación”.
Con jornadas como esta, celebrada en la ESCET, ha sido posible una mayor concienciación sobre la contaminación marina, sus orígenes y las posibles soluciones.