Conmemorando el 8 de Marzo 2025. Conciliación y Corresponsabilidad [LAOGEN]

Hacia una flexibilidad laboral inclusiva: Claves para una conciliación efectiva y equitativa

Las políticas de flexibilidad laboral, como el teletrabajo, la jornada reducida o el derecho a la desconexión, han sido promovidas como soluciones para equilibrar la vida laboral y personal. Sin embargo, su implementación no siempre garantiza los beneficios esperados.

Desde el Laboratorio-Observatorio de Salud Laboral desde la perspectiva de Género (LAOGEN) del Instituto Andaluz de Prevención de Riesgos Laborales (IAPRL), asignado a la Universidad de Sevilla (Facultad de Psicología), se propone un enfoque más amplio, integrando la perspectiva de interseccionalidad (género, edad, diversidad funcional…) para mejorar la efectividad de estas políticas.

¿Por qué muchas políticas de conciliación no funcionan como se espera?

El problema no es solo la existencia de estas medidas, sino cómo se aplican y quién puede acceder a ellas. La evidencia  muestra que:

  • La flexibilidad no siempre reduce el conflicto trabajo-familia, ya que su impacto depende de factores individuales, organizacionales y sociales.
  • Las políticas tienden a  favorecer a ciertos colectivos, dejando fuera a trabajadores con menores recursos o en posiciones más precarias.
  • El uso de estas medidas tiende a una penalización indirecta, generando sesgos en las evaluaciones de desempeño y limitando el desarrollo profesional de quienes las utilizan.

Claves para diseñar políticas de conciliación más efectivas

Para que estas políticas sean realmente inclusivas y eficaces, se precisa considerar:

Control sobre los límites entre el trabajo y la vida personal: Permitir que las personas  tengan autonomía sobre cuándo, dónde y cómo trabajan.
Factores organizacionales y sociales: No basta con ofrecer flexibilidad, es necesario que haya una cultura organizativa que la respalde y evite estigmatizar su uso.
Un enfoque interseccional: Diferentes grupos (según género, raza, nivel socioeconómico, etc.) tienen necesidades y barreras distintas para acceder y beneficiarse de estas medidas.

El futuro de la flexibilidad laboral

Se precisa avanzar en las medidas de conciliación, desde la visión tradicional de unas medidas aisladas hacia una estrategia integral que contemple la diversidad de  las personas que trabajan en su entorno. Esto implica:
Ajustar las políticas a diferentes perfiles y realidades laborales.
Asegurar que su uso no tenga consecuencias negativas en la carrera profesional.
Transformar la cultura del trabajo para valorar calidad en los resultados y no solo presencia o disponibilidad continua.

Conclusión

Las políticas de flexibilidad pueden ser una herramienta poderosa para mejorar el bienestar laboral, pero solo si se diseñan y aplican con un enfoque inclusivo y equitativo. Integrar la interseccionalidad y el análisis organizacional es clave para lograr una verdadera conciliación entre la vida personal y profesional.