
La vida urbana en Europa evoluciona rápidamente. Tres de cada cuatro ciudadanos de la UE ya viven en ciudades y se espera que la urbanización alcance el 85 % para 2050, de modo que los desplazamientos diarios se están convirtiendo en un reto fundamental, no solo para el transporte, sino también para el clima, la salud y la calidad de vida. La congestión, la contaminación atmosférica y la dependencia de los automóviles siguen siendo lacras de las grandes áreas metropolitanas, sobre todo porque un tercio de la población vive en zonas suburbanas y a menudo depende de vehículos privados para acceder a los trabajos, las escuelas, los hospitales y los servicios de la ciudad. Para abordar estas cuestiones, la UE ha comprometido una financiación significativa y ha emprendido acciones políticas para promover la movilidad sostenible de los viajeros pendulares. Sin embargo, cabe preguntarse si estas inversiones aportan un cambio real.
El Tribunal de Cuentas Europeo (el Tribunal) está llevando a cabo una auditoría para hallar la respuesta a esta pregunta. Examinará si la financiación de la UE y las iniciativas legislativas han dado lugar a resultados concretos sobre el terreno. ¿Ha prestado la Comisión Europea el apoyo adecuado a las ciudades y a los Estados miembros para fomentar los desplazamientos diarios sostenibles? ¿Los proyectos financiados por la UE logran las mejoras prometidas en materia de conectividad, accesibilidad, cambio modal y reducción de emisiones? La auditoría examinará tanto la legislación como los proyectos financiados por la UE, y se espera que los resultados se publiquen a principios de 2026.
El enfoque de la UE se basa en la idea de que la movilidad sostenible no consiste únicamente en coches más limpios, sino en ofrecer a las personas alternativas viables a los vehículos privados. Esto significa invertir en mejores trenes regionales, redes de tranvías ampliadas, carriles bici y conexiones multimodales sin fisuras entre el extrarradio y los centros urbanos.
Para ayudar a orientar a las ciudades, la UE promueve Planes de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS): planes estratégicos de orientación local destinados a mejorar la movilidad de manera sostenible en las zonas urbanas en su totalidad, incluidas las zonas de desplazamiento pendular. La UE ha promovido encarecidamente la aplicación de los PMUS, ofreciendo apoyo a través de diversos instrumentos de financiación. Desde 2024, los PMUS son obligatorios para los nodos urbanos de la red transeuropea de transporte, cuyo objetivo es fomentar sistemas de transporte centrados en las personas que sean accesibles, inclusivos, de bajas emisiones, inteligentes, seguros y resilientes. También tienen por objeto conectar autobuses, bicicletas, trenes y otros modos de transporte, proporcionando a los viajeros pendulares alternativas sostenibles en un sistema multimodal.
Las constataciones de la auditoría ofrecerán información sobre los progresos realizados en la mejora de la conectividad entre las zonas urbanas y suburbanas a través de opciones de movilidad sostenible, y sobre los lugares donde son necesarias más medidas.