Cincuenta profesionales sanitarios de residencias se forman desde el pasado mes de enero en un ambicioso programa formativo impartido por personal médico y de enfermería del SERIS dirigido a cincuenta profesionales sanitarios que trabajan en las residencias de mayores con el objetivo de mejorar la atención al paciente mayor complejo.
Uno propósito que coincide con la estrategia de la Consejería de Salud y Políticas Sociales del Gobierno de La Rioja centrada en impulsar y mejorar la coordinación e intervención conjunta del personal sanitario en los centros residenciales de personas mayores dentro del modelo ‘Salud cura, Sociales cuida’.
El jefe de Servicio de Hospitalización a Domicilio y Asistencia Sanitaria a Residencias,
Francisco Antón; la directora de Enfermería de Atención Primaria (AP), Victoria Musitu y el coordinador del equipo de soporte de La Guindalera, Ismael Sobrón, han presentado este jueves, día 13, en rueda de prensa, este programa formativo que incluye las patologías más prevalentes en las residencias de personas mayores.
En concreto, según han explicado el doctor Francisco Ocón, a lo largo de este año, en sesiones mensuales, se van a abordar por parte del personal facultativo contenidos que van a mejorar la coordinación entre los niveles sanitarios y sociosanitarios como son: criterios de derivación a la Unidad de Cuidados Paliativos; demencias; uso racional del medicamento; programa PROA en el tratamiento de las infecciones del tracto urinario, actualización en el tratamiento de los trastornos conductuales; la insuficiencia cardiaca; actualización en tratamiento de la diabetes mellitus tipo 2 y los fundamentos éticos y jurídicos de la atención libre de sujeciones físicas y químicas en los cuidados de larga duración.
Por otra parte, impulsado por la Dirección de Enfermería de AP, e incluido en la Estrategia del Paciente Mayor Complejo, según ha explicado Musitu, se está desarrollando un curso dirigido al personal sanitario no facultativo en las residencias de personas mayores de La Rioja, especialmente, a una treintena de enfermeras del ámbito sociosanitario.
Se trata de sesiones mensuales, con una duración aproximada de 3 horas, en las que se tratan, entre otros, los siguientes contenidos: proceso final de la vida (una formación conjunta con personal médico); administración de fármacos; curas, heridas y ulceras por presión; conductuales, agracio psicomotriz y contención física y farmacológica (también conjuramente con personal facultativo); suturas, RPC básica/avanzada y OVACE; procedimientos básicos de enfermería: electrocardiogramas y analíticas; prevención de riesgos asociados a la persona mayor y demencias y otras patologías cognitivas/neurológicas.
Impulsar la coordinación y continuidad asistencial
La formación mejora la coordinación y la intervención conjunta contribuyendo a ofrecer una mejor atención sanitaria, optimizando las derivaciones entre niveles, evitando duplicidades, y contribuyendo a la mejora de la prescripción; en definitiva, trabajando para mejorar la calidad de vida de nuestros mayores.
En esta línea de mejora, desde mayo de 2024 funciona el primer equipo de soporte para residencias, en el Centro de Salud La Guindalera, según ha detallado su coordinador, el doctor Ismael Sobrón. Se trata de apoyar la asistencia a los residentes en centros sociosanitarios, coordinando la Atención Primaria con Geriatría de Enlace, Hospitalización a Domicilio y Cuidados Paliativos.
El equipo de soporte supervisa semanalmente los once centros residenciales de su ámbito de actuación, para monitorizar y evaluar la salud de los residentes; reforzando a atención tanto en los centros que tiene médicos contratados como en aquellos que no disponen de esa figura. Concretamente, a las dos residencias sin personal facultativo acuden en días alternos. El equipo recibe por correo electrónico las interconsultas del personal sanitario de los centros para los residentes que requieren asistencia (pacientes descompensados en sus patologías crónicas, infecciones agudas…) y para tramitar material ortoprotésico, de ayuda a la deambulación, entre otros.
Y la primera iniciativa que surgió tras la puesta en marcha de este equipo es la monitorización, en la residencia de Personas Mayores de Lardero, a los trece pacientes con diabetes mellitus tipo 2 con insulina basal (que deben de pincharse al menos una vez al día y que con el nuevo dispositivo evitan los pinchazos de control de glucemia).
Los equipos de soporte, proyecto que se prevé extender a otras zonas de salud, se enmarca en el Plan de Atención Sociosanitaria para centros de mayores que ha impulsado el Gobierno de La Rioja en esta Legislatura, siguiendo el modelo de “Salud cura, Servicio Sociales cuida” que busca incrementar el bienestar de las personas mayores, en el marco de una sociedad cada vez más envejecida y con nuevas necesidades de atención.