El censo de territorios de cría de quebrantahuesos, realizado por personal de la Agencia de Medio Ambiente y Agua, M.P. entre los meses de diciembre y marzo, acaba de finalizar con unos datos muy esperanzadores. El informe de este año marca una cifra récord, con 11 parejas reproductoras, 9 de ellas localizadas en el Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas, y 2 en el Parque Natural Sierra de Castril. A día de hoy, todas las parejas están incubando sus puestas, excepto tres de ellas, que ya cuentan con pollos nacidos.
Este resultado es un hito significativo en la recuperación de la especie, ya que el número de territorios de cría no ha dejado de crecer desde 2015, cuando se detectó la primera pareja reproductora formada por ejemplares reintroducidos. Entonces, se superaba por primera vez la cifra de 10 parejas, un umbral considerado crítico desde el punto de vista demográfico. La superación de este umbral pone de manifiesto el éxito del proyecto de conservación.
Un aspecto particularmente destacado en esta edición del censo es la presencia de una hembra que, por primera vez, ha sido identificada como una de las reproductoras. Este ejemplar es significativo porque fue el primer pollo de quebrantahuesos nacido en el medio natural desde que comenzó el proceso de reintroducción de la especie. Con su inclusión en la población reproductora, los ejemplares nacidos en la naturaleza comienzan a formar parte activa de la reproducción, lo que es un paso crucial para la autonomía de la especie en su hábitat natural.
A partir de ahora comienza la fase de seguimiento de la reproducción, un proceso que se extenderá hasta agosto. Durante este período, los expertos de AMAYA monitorearán de cerca la evolución de los pollos nacidos, para determinar cuántos logran sobrevivir y volar, con la esperanza de que este año se confirme como el mejor de la serie histórica en términos de éxito reproductivo.