Cataluña debe reducir sus emisiones un 8 % cada año para alcanzar la neutralidad climática en 2050
La
propuesta, que es un instrumento innovador para la planificación efectiva hacia la neutralidad climática, recomienda impulsar el transporte público, reducir la demanda global de energía y materiales, electrificar la industria e incrementar sustancialmente el uso de energías renovables, debido a la importante contribución de los sectores del transporte, la industria y la generación eléctrica en este propósito.
El CECC es un órgano independiente integrado por los profesores de la UB Montserrat Termes, de la Facultad de Economía y Empresa; Salvador Lladó, de la Facultad de Biología; y Olga Margalef, de la Facultad de Ciencias de la Tierra, y por los expertos Frederic Ximeno, director del Área de Acción Climática del Área Metropolitana; Carme García, asesora de transición ecológica y energética del Ayuntamiento de Viladecans; Jordi Solé, investigador del Instituto de Ciencias del Mar (ICM-CSIC) y el Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales (CREAF); y Marta Torres, directora del Programa Clima del Instituto de Desarrollo Sostenible y Relaciones Internacionales (IDDRI), en París.
El CECC plantea una reducción media anual del 8 % de las emisiones de gases de efecto invernadero desde 2021 hasta 2035. Este valor contrasta con la media anual entre 2015 y 2019 —las emisiones se incrementaron un 1 %— y con la reducción del 0,2 % del año 2022 (último año con datos disponibles).
Los presupuestos de carbono son un instrumento de planificación previsto en la Ley 16/2017 del cambio climático; por tanto, son un requisito necesario e independiente del equipo que gobierne, y marcan la dirección en cuanto a política climática. La propuesta presentada hace una recomendación respecto al volumen total de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) que Cataluña puede emitir entre 2021 y 2035 —en concreto, 403 megatoneladas de CO2 equivalente— para lograr una reducción del 67 % en 2035 (respecto a 1990). Esta cifra se ha determinado en línea con las indicaciones de la ciencia para alcanzar los objetivos del Acuerdo de París —y, especialmente, el propósito de neutralidad climática en 2050—, considerando los criterios de viabilidad técnica y económica en Cataluña.
Para lograr los objetivos, se requieren políticas públicas ambiciosas en materia de energía, movilidad y fiscalidad verde, transporte público y colectivo y rehabilitación de edificios. Asimismo, se necesitan inversiones prioritarias en energías renovables y políticas enmarcadas en procesos de participación ciudadana y empresarial que fomenten modelos de consumo sostenibles y una transición ecosocial justa. La propuesta de presupuestos se presentó ayer en el salón de actos de la Facultad de Economía y Empresa de la UB.
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