Carta abierta a los jefes de Estado de la Unión Europea y a los presidentes de las Instituciones de la UE

Carta abierta a los jefes de Estado de la Unión Europea y a los presidentes de las Instituciones de la UE

Carta abierta de MSF a la Unión Europea, firmada por nuestros máximos representantes, el presidente internacional, Dr. Christos Christou, y el secretario general, Christopher Lockyear.


16/06/2025


Rueda de prensa sobre Gaza en Bruselas, junio de 2025

Estimada presidenta de la Comisión Europea, estimado presidente del Consejo Europeo, estimada presidenta del Parlamento Europeo, estimados líderes europeos,

Se ha permitido que la guerra de Gaza se convierta en una de las guerras más atroces, mortíferas y despiadadas emprendidas contra un pueblo. Los hogares, hospitales, mercados, redes de suministro de agua, carreteras y redes eléctricas de Gaza han sido demolidos por las fuerzas israelíes, no por negligencia, sino de forma deliberada. Lo que estamos presenciando es la evisceración calculada de los propios sistemas que sustentan la vida. Se trata de una limpieza étnica, envuelta en la retórica de la defensa de la seguridad, pero ejecutada con total desprecio por las leyes internacionales humanitarias y de derechos humanos.

Las atrocidades diarias en Gaza no se desarrollan en las sombras. Ocurren ante nuestros ojos. Son descaradas en su brutalidad.

Durante más de 20 meses, las autoridades y fuerzas israelíes han infligido una campaña de castigo contra las y los palestinos de Gaza. Diariamente, nuestros equipos son testigos de patrones consistentes con el genocidio a través de acciones deliberadas de las fuerzas israelíes incluyendo asesinatos en masa, destrucción de infraestructuras civiles vitales y bloqueos que impiden el acceso a alimentos, agua, medicinas y otros suministros humanitarios esenciales. Israel está destruyendo sistemáticamente las condiciones necesarias para la vida de los palestinos.

Un reciente estudio retrospectivo de mortalidad realizado por MSF y nuestro centro de investigación epidemiológica, Epicentre, mostró que casi el 2% de nuestro personal en Gaza y de sus familias han muerto desde el 7 de octubre de 2023. Tres cuartas partes de ellos murieron a causa de heridas de guerra. Esta proporción coincide con las cifras del Ministerio de Salud en Gaza que informa de que 55.000 personas han perdido la vida en toda la Franja hasta el 4 de junio. En nuestra encuesta, el 40% de las personas que murieron por heridas tenían menos de 10 años. Este desprecio por la vida de los civiles demuestra que esta guerra dirigida por Israel en Gaza es contra las y los palestinos en su conjunto.

El 11 de junio, la clínica Al Mawasi, que apoyamos, recibió 32 heridos, tres de ellos fallecidos a su llegada. Habían sido tiroteados cuando se dirigían a un centro de distribución de alimentos gestionado por la Fundación Humanitaria de Gaza (FHG).

No se trata de un incidente aislado.

Tres días antes, los equipos del Hospital Nasser recibieron a 40 pacientes, la mayoría de ellos con heridas de bala. Se trata del principal hospital de referencia para miles de pacientes del sur de Gaza y apenas puede seguir funcionando debido a las repetidas órdenes de evacuación y a las restricciones de movimiento impuestas al personal y a los pacientes. Las organizaciones humanitarias han creado hospitales de campaña para llenar el vacío, pero eso no puede sustituir en modo alguno a los centros hospitalarios normales. En las últimas semanas, nuestros equipos han ingresado en el Hospital Nasser a más de 500 pacientes que necesitaban atención médica y han ayudado al personal médico del hospital a responder a la repetida afluencia masiva de víctimas de los constantes bombardeos y ataques.

La FHG inició sus actividades el 27 de mayo, en el marco del plan estadounidense-israelí que instrumentaliza la ayuda. Desde entonces, cientos de palestinos han sido atendidos en hospitales, y decenas han muerto, tras ser tiroteados en estos lugares de distribución de ayuda mientras esperaban recibir artículos de primera necesidad para sobrevivir. Uno de nuestros colegas en Gaza observó que algunas personas regresaban de los lugares de distribución con una bolsa de harina; otras, con un sudario.

La ayuda humanitaria se está convirtiendo en un arma. Se utiliza como palanca para desplazar a la gente por la fuerza, para cumplir objetivos militares o se bloquea por completo. La ayuda no es una moneda de cambio. Es un salvavidas. Negarla es un castigo colectivo, un crimen de guerra.

Desde octubre de 2023, la atención sanitaria ha sufrido constantes ataques, nuestro personal y nuestros pacientes se han visto obligados a abandonar al menos 18 estructuras sanitarias diferentes y han sufrido 50 incidentes violentos, que incluyen ataques aéreos contra hospitales, disparos de proyectiles de tanque contra refugios acordados, ofensivas terrestres contra centros médicos y disparos contra convoyes. 11 de nuestros colegas han sido asesinados. No somos los únicos con estas experiencias; estos ataques se han producido en todo el espectro humanitario. Forman parte de un desprecio sistemático del derecho internacional humanitario (DIH), incluida la resolución 2286 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas sobre la protección de la misión médica.

MSF, como muchas otras organizaciones, hemos pedido reiteradamente un alto el fuego inmediato e incondicional, acceso humanitario sin restricciones y respeto del DIH —incluidas instalaciones y personal médico— por todas las partes, incluida Hamás. Pero esta embestida militar, contra un pueblo asediado, continúa, haciéndose cada día más brutal.

La Unión Europea (UE) y los Gobiernos europeos disponen de medios políticos, económicos y diplomáticos capaces de ejercer una presión real sobre Israel para que detenga este asalto y abra los pasos fronterizos de Gaza a la ayuda humanitaria sin trabas. No se trata de instrumentos teóricos; pueden movilizarse eficazmente en defensa del derecho internacional y para proteger a los civiles.

La UE y muchos de sus dirigentes han optado recientemente por reprender a Israel; sin embargo, estas palabras suenan huecas, ya que no adoptan las medidas sustanciales necesarias para detener la matanza, e hipócritamente siguen proporcionando armas a Israel que matan, queman o incapacitan permanentemente a las personas que acaban en nuestros hospitales. Esto debe acabar.

Nunca hubo tiempo para vacilaciones y dobles raseros inhumanos. Sus palabras y acciones ponen a prueba su credibilidad y liderazgo. Estamos ante un momento que definirá su legado y determinará si las leyes destinadas a proteger a los civiles en la guerra conservan algún significado. Requiere valentía política, responsabilidad jurídica y compromiso moral. La magnitud del sufrimiento en Gaza exige más que su retórica vacía.

Toda demora, todo titubeo y toda política que permita que la maquinaria de devastación avance con impunidad es un acto de complicidad.

Instamos a la Unión Europea y a sus 27 Estados miembros a que actúen con decisión y utilicen por fin la influencia que tienen sobre Israel para:

Levantar el bloqueo

Bloquear la ayuda vital no es una medida de seguridad legítima, es un crimen de guerra. Las alegaciones de desvío de la ayuda no pueden justificar la retención de la ayuda a más de dos millones de personas. Esto es un castigo colectivo. Cada retraso cuesta vidas.

Defender la acción humanitaria

Rechazar cualquier mecanismo que instrumentalice la ayuda o utilice la ayuda humanitaria como moneda de cambio. La ayuda debe basarse en las necesidades. Las políticas que subordinan la ayuda a la estrategia militar no sólo son cínicas; son mortales.

Hechos, no palabras

Muchos gobiernos europeos han hablado de las atrocidades terribles que vemos que Israel perpetra en Gaza, y sin embargo siguen enviando las armas que matan a nuestros pacientes y colegas. Los Gobiernos deben poner fin a su complicidad en esta campaña de limpieza étnica.

Impulsar las evacuaciones médicas

En la actualidad, unas 13.000 personas, entre ellas más de 4.500 niños y niñas, siguen necesitando urgentemente una evacuación médica, según la Organización Mundial de la Salud, con derecho a regresar a la Franja. Sin embargo, a pesar de estas necesidades y de la capacidad demostrada de la UE, solo unos cientos de pacientes han sido acogidos por los Estados miembros europeos. Los Estados de la UE deben hacer más para demostrar que la solidaridad no son sólo palabras.

Pueden y deben actuar ahora.

Atentamente,

Dr Christos Christou, presidente Internacional de MSF
Christopher Lockyear, secretario General de MSF Internacional 


  • Omar Ebeid en la rueda de prensa sobre Gaza en Bruselas, junio de 2025

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