Las fuerzas de seguridad iraníes, así como las sirias «fueron plenamente conscientes de los movimientos» de grupos armados en la región de Idlib y esta información fue transmitida al Gobierno y al Ejército sirios, reveló este domingo en una entrevista el ministro de Asuntos Exteriores de Irán, Abbas Araqchi.
«Lo sorprendente fue la incapacidad del Ejército sirio y la inesperada velocidad de los acontecimientos», estimó.
Una de las personas que se reunió con Bashar al Assad para abordar el tema fue el general de brigada retirado Alí Lariyaní, exjefe del Consejo Supremo de Seguridad Nacional del país persa y conocido negociador del tema nuclear, señaló el canciller. En aquella reunión, que Araqchi no situó en el tiempo, Al Assad se mostró sorprendido y se quejó por el desempeño de su Ejército.
«Esto demostró que ni siquiera en el Gobierno sirio había un análisis detallado de la situación en el Ejército», resumió el jefe de la diplomacia iraní.
«En mi opinión —adelantó—, el Ejército sirio estuvo involucrado en una guerra psicológica, al tiempo que perdía en el campo de batalla real». La propaganda generalizada y la política de los medios contribuyeron a una «reducción de las motivaciones en el Ejército y llevaron a la falta de una resistencia seria por parte de este», valoró.
Araqchi también compartió la postura de Teherán respecto a la crisis que vive la sociedad siria, que siempre pasó por apoyar el diálogo entre el Gobierno sirio y la oposición. El ministro confirmó que los grupos de oposición «están compuestos de diferentes espectros», incluso dentro de los grupos que operan en el norte y el sur de Siria, y que algunos se perciben como terroristas en las Naciones Unidas. No obstante, cuando el sábado los tres cancilleres del proceso de Astaná recomendaron desde Doha al Gobierno sirio que entablara un diálogo con sus oponentes, no se trataba de grupos terroristas, explicó el canciller. Y agregó en nombre de su país: «Nunca hemos apoyado que no se negocie con la oposición».
- Los grupos de la oposición armada siria declararon la toma de Damasco y haberse hecho con el poder en el país.
- Las milicias también señalaron que el Gobierno de Bashar al Assad «cayó y él huyó del país, dejando atrás un legado de destrucción y sufrimiento».
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Este domingo Bashar Assad llegó a Moscú con miembros de su familia.