La Comisión Europea (CE) aprobará este mes el Acuerdo para una Industria Limpia (Clean Industrial Deal), un plan básico para defender la siderurgia asturiana y comunitaria. Adrián Barbón ha planteado hoy a Teresa Ribera y Stéphane Séjourné, ambos vicepresidentes de la CE, la necesidad de que esa propuesta vaya acompañada de los recursos suficientes para favorecer la descarbonización, y más cuando la política arancelaria desplegada por Donald Trump penaliza a Europa. “Es necesaria una respuesta única y contundente “, ha afirmado el presidente del Principado.
Barbón había planeado su viaje a Estrasburgo, sede del Parlamento Europeo, hace semanas. Unos meses antes, el Informe Draghi había alertado sobre la extrema dificultad de la industria europea –y en concreto, la siderurgia- para mantener la competitividad al mismo tiempo que reducía las emisiones de CO2. Aprobada la Brújula Estratégica, una especie de visión general, ahora toca ir definiendo propuestas concretas. Una de las más importantes y esperadas es la que recogerá el Acuerdo para una Industria Limpia, previsto para finales de mes.
Ese era el contexto seguro. La parte imprevisible la ha aportado el presidente estadounidense, con sus anuncios de aranceles para el acero, el aluminio y la industria eólica española, en este caso por un supuesto dumping. Todos tendrán consecuencias para Asturias, desde Arcelor a Windar, fabricante de torres para parques eólicos.
En esta situación, la actividad del jefe del gobierno ha estado copada casi por completo por la industria. Hoy se ha reunido con Iratxe García, presidenta de la Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas en el Parlamento Europeo, y después con Teresa Ribera, vicepresidenta para una Transición Limpia, Justa y Competitiva. Además, también ha conversado con Stéphane Séjourné, vicepresidente de Prosperidad y Estrategia Industrial.
“He salido satisfecho por su actitud proactiva”, ha manifestado Barbón. El presidente ha explicado que tanto Ribera como Séjourné comparten la importancia de responder a la política arancelaria de Estados Unidos y, a la vez, facilitar el tránsito hacia una industria verde, sin emisiones de dióxido de carbono. Esa doble apuesta debe reflejarse en las próximas decisiones de la CE. “El Clean Industrial Deal puede suponer un antes y un después para la promoción industrial de Asturias, de España y, por supuesto, de Europa. La UE debe tener una política de reindustrialización agresiva que permita la promoción de otro tipo de actividad industrial”, ha explicado.
Ese plan no será el único paso. También aguardan medidas concretas para el acero y el aluminio, una legislación ómnibus para facilitar las inversiones industriales y, además, la aplicación del ajuste de carbono en frontera (el arancel ambiental o CBAM, por sus siglas en inglés), muy importante para la siderurgia comunitaria. El Partido Popular Europeo intentó recientemente demorar su entrada en vigor.
El presidente del Principado, que ha estado acompañado por el eurodiputado socialista asturiano Jonás Fernández, también se ha entrevistado con Roberta Metsola, presidenta del Parlamento Europeo. En esta reunión ha insistido en la importancia de que la UE responda con unidad, por encima de las discrepancias ideológicas, a la amenaza reaccionaria que supone la extrema derecha y encarna el presidente de Estados Unidos.